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Asociación del deseo con la satisfacción sexual. ¿Cambia en función de la adhesión al doble estándar sexual?

La satisfacción sexual -considerada como un factor clave de la calidad de vida y del bienestar general- se asocia a los diferentes componentes de la respuesta sexual, como es el caso del deseo sexual. El deseo, definido como el interés en participar en actividades sexuales, tiene tres dimensiones: diádico hacia la pareja, diádico hacia una persona atractiva y solitario dirigido hacia uno mismo. Una actitud sexual que se ha asociado tanto con la satisfacción como con el deseo sexual es el doble estándar sexual. El doble estándar sexual, considerado como una actitud basada en el prejuicio de género, implica valorar el comportamiento sexual con diferentes criterios, según lo realice un hombre o una mujer. Las personas pueden adherirse a un doble estándar sexual favorable al hombre, favorable a la mujer o definirse como igualitarias, en dos áreas de los comportamientos sexuales (libertad y recato sexual).
En el estudio realizado por Óscar Cervilla, Ana Álvarez-Muelas, Lola Jimeno Fernández y Juan Carlos Sierra publicado en Sexuality & Culture se plantea si la asociación entre el deseo y la satisfacción sexual podría diferir en función del tipo de adhesión al doble estándar sexual. Para dar respuesta a esta cuestión, se evaluaron estas variables en 444 hombres y 499 mujeres que mantenían una relación de pareja heterosexual.
Los resultados reflejaron que el doble estándar sexual es una variable que determina la relación entre la satisfacción y el deseo sexual. En primer lugar, se confirman las tres dimensiones del deseo sexual, ya que los tres tipos de deseo presentan comportamientos diferentes en su asociación con la satisfacción sexual.
El deseo sexual hacia la pareja se asoció en sentido positivo con la satisfacción sexual en todas las tipologías de doble estándar sexual (favorable al hombre, favorable a la mujer e igualitaria). Este resultado resalta los aspectos socioemocionales de las relaciones de pareja, ya que un mayor deseo sexual hacia la pareja implica mayor satisfacción en las relaciones sexuales, a diferencia del deseo hacia una persona atractiva, que no se relacionó con la satisfacción sexual.
Por su parte, el deseo sexual solitario se asoció negativamente con la satisfacción sexual en la tipología favorable a la mujer en el contexto de la libertad sexual, en hombres y en mujeres, y en la tipología igualitaria, en el contexto del recato sexual, en hombres. Este hallazgo parece apoyar la hipótesis compensatoria de la masturbación, que atribuye a esta conducta la función de compensar la falta o insatisfacción con las relaciones sexuales. Es reseñable que, en hombres y mujeres, esta asociación negativa se observa en tipologías de doble estándar que reflejan los nuevos guiones sexuales (i.e., tipología favorable a la mujer). Desde esta perspectiva, hombres con una actitud que favorece su propia inhibición y promueve la disposición de la mujer para iniciar la actividad sexual, podrían expresar más deseo sexual solitario y recurrir a la masturbación para compensar sus expectativas insatisfechas; mientras que, en mujeres, la masturbación podría estar compensando la insatisfacción durante la actividad sexual con su pareja, cuando la responsabilidad de alcanzar el orgasmo recaería mayoritariamente en ellas. Por su parte, el hallazgo en la tipología igualitaria en el contexto del recato sexual resalta la importancia de estudiar la inhibición, la castidad y decoro, ya que, a pesar de que estas personas consideran un único estándar para hombres y mujeres, la aprobación del recato sexual para ambos podría influir negativamente en la vivencia de su sexualidad.
En resumen, los hallazgos revelan que el deseo sexual hacia la pareja está positivamente asociado con la satisfacción sexual en todas las tipologías de doble estándar, lo que pone de manifiesto la relevancia de este tipo de deseo para la pareja. Además, se encuentra una asociación negativa entre el deseo sexual solitario y la satisfacción sexual en tipologías contrarias al doble estándar sexual tradicional, respaldando la hipótesis compensatoria de la masturbación. Finalmente, estos resultados apoyan el modelo tridimensional del deseo, por la relativa independencia observada en sus tres tipos.

Cervilla, O., Álvarez-Muelas, A., Jimeno Fernández, L. y Sierra, J. C. (2024). Relation between desire and sexual satisfaction in different typologies of adherence to the sexual double standard. Sexuality & Culture. Publicación anticipada en línea. https://doi.org/10.1007/s12119-024-10196-1  

Un instrumento para evaluar la bifobia en España

A las personas bisexuales -aquellas que sienten atracción romántica y/o sexual por personas tanto del propio sexo como del sexo contrario- se las considera frecuentemente inmaduras o confundidas, ya que la sociedad tiende a clasificar la realidad en categorías binarias u opuestas (por ejemplo, heterosexual vs. homosexual, hombre vs. mujer). Las personas bisexuales a menudo se enfrentan a una "doble discriminación", tanto por la comunidad heterosexual como por la gay. Investigaciones previas han concluido que las personas bisexuales, en comparación con heterosexuales y gais, muestran mayor prevalencia de trastornos psicopatológicos, más ideas e intentos suicidas. Estos datos no pueden ignorarse ya que la bisexualidad es la orientación sexual más frecuente entre los individuos LGBTQ+.
Alberto González, Pablo Roca, María del Mar Sánchez-Fuentes, Yaiza Jiménez-Pérez y Daniel Ondé llevaron a cabo un estudio publicado en Journal of Bisexuality, cuyo objetivo fue adaptar y validar la Escala de Bifobia en población española. Se trata de uno de los instrumentos más empleados a nivel mundial y está compuesta por 30 ítems que evalúan cogniciones, afectos y comportamientos negativos con respecto a la bisexualidad e individuos bisexuales.
En este estudio participaron 466 adultos españoles con un rango de edad comprendido entre 18 y 65 años, la mayoría cisgénero (91,6%), heterosexuales (53,3%) y con estudios universitarios (64,5%). La escala presentó una estructura unidimensional con adecuada fiabilidad de consistencia interna. A partir de los resultados se observaron niveles bajos de bifobia, mostrándose las personas heterosexuales más bifóbicas que las gais, y los hombres más que las mujeres. Además, individuos más sexistas y con mayor homofobia internalizada informaron mayor bifobia.  
En definitiva, esta investigación ofrece un instrumento con adecuadas propiedades psicométricas y útil para evaluar la bifobia en población española.

González Robles, A., Roca, P., Sánchez-Fuentes, M. M., Jiménez-Pérez, Y. y Ondé, D. (2024). Exploring biphobia among heterosexuals and LGBTQ+ individuals in Spain: Psychometric properties of the Biphobia Scale in a Spanish sample. Journal of Bisexality. Publicación anticipada en línea. https://doi.org/10.1080/15299716.2024.2309393   

Multidimensionalidad de la experiencia subjetiva del orgasmo en la masturbación


La experiencia subjetiva del orgasmo hace referencia a la percepción y valoración de las cualidades psicológicas de este componente de la respuesta sexual. Estudios previos llevados a cabo por investigadores del Laboratorio de Sexualidad Humana han propuesto el Modelo Multidimensional de la Experiencia Subjetiva del Orgasmo en el contexto de las relaciones sexuales. Este modelo integra cuatro dimensiones: Afectiva o sentimientos que acompañan el orgasmo (e.g., placer), Sensorial o sensaciones físicas (e.g., incontrolabilidad), Intimidad o aspectos íntimos experimentados (e.g., amoroso) y Recompensa o efectos gratificantes del orgasmo (e.g., reconfortante).

Considerando que la experiencia del orgasmo puede variar según el contexto (e.g., relaciones sexuales vs. masturbación), se ha propuesto validar este modelo multidimensional del orgasmo en el ámbito de la masturbación en solitario. Por ello, en el estudio de Óscar Cervilla, Juan Carlos Sierra, Ana Álvarez-Muelas, Pablo Mangas, Gracia M. Sánchez-Pérez y Reina Granados, publicado en la Revista Iberoamericana de Psicología y Salud, se da apoyo a este modelo en el contexto de la masturbación en solitario, de manera similar a cómo se había hecho en el de las relaciones sexuales. Con este objetivo, se examinaron las asociaciones entre las cuatro dimensiones del orgasmo experimentado en la masturbación en solitario y diferentes medidas de excitación sexual (propensión a la excitación/inhibición sexual, valoración de la excitación sexual y de las sensaciones genitales, y respuesta genital, es decir, erección peniana o amplitud del pulso vaginal). La excitación se sexual se evalúa en un contexto de laboratorio ante vídeos con personas masturbándose.

Los resultados señalan que, en hombres, más medidas de excitación sexual, especialmente la propensión a la excitación/inhibición sexual, se han asociado con la experiencia subjetiva del orgasmo. En mujeres, la valoración de la excitación sexual fue la variable más relevante. Estos resultados ponen de manifiesto las diferencias de género en las relaciones de la excitación sexual con la experiencia subjetiva del orgasmo en la masturbación en solitario.

En definitiva, este estudio aporta validez del modelo multidimensional de la experiencia subjetiva del orgasmo en la masturbación en solitario, destacando la relación entre las medidas de excitación sexual y la experiencia subjetiva del orgasmo. La perspectiva multidimensional ofrece un marco conceptual para evaluar el orgasmo considerando diferencias entre hombres y mujeres. Este enfoque contribuye a comprender patrones diversos y subraya la importancia de considerar el orgasmo no solo en el contexto de las relaciones sexuales, teniendo implicaciones para la terapia sexual.


Cervilla, O., Sierra, J. C., Álvarez-Muelas, A., Mangas, P., Sánchez-Pérez, G. y Granados, R. (2024). Validation of the Multidimensional Model of the Subjective Orgasm Experience in the context of masturbation. Revista Iberoamericana de Psicología y Salud, 15, 18-26. https://doi.org/10.23923/j.rips.2024.01.072 

¿Cómo se relaciona la masturbación con la satisfacción sexual?

La masturbación, ya sea en solitario o en pareja, es considerada un comportamiento sexual saludable que favorece la autoexploración y el aprendizaje sexual a lo largo de la vida. La masturbación destaca por su papel terapéutico en el abordaje de algunas dificultades sexuales. A pesar de la relevancia de esta conducta para la salud sexual y de su implicación en diferentes dimensiones del funcionamiento sexual como el deseo sexual, la excitación o el orgasmo, no se ha examinado de manera sistemática su relación con la satisfacción sexual.
Por ello, en una revisión sistemática realizada por Óscar Cervilla, Ana Álvarez-Muelas y Juan Carlos Sierra, publicada en la revista Healthcare, se analizaron los resultados de estudios científicos que han examinado la relación entre masturbación (frecuencia o presencia/ausencia) y la satisfacción sexual.
Los resultados de esta revisión señalan que, en los hombres, una mayoría de estudios muestran una relación negativa entre la masturbación en solitario y la satisfacción sexual, poniéndose de manifiesto que la masturbación podría tener un papel compensatorio de la insatisfacción con las relaciones sexuales. En mujeres, se observa mayor heterogeneidad en los hallazgos encontrados. Aunque ellas también pueden masturbarse por insatisfacción sexual, hay más evidencias que en los hombres acerca de una relación positiva entre la masturbación en solitario y la satisfacción sexual, poniéndose de manifiesto el papel empoderador que podría tener la masturbación femenina. Este hecho apoyaría el rol complementario de la masturbación en las mujeres, a diferencia del compensatorio señalado en los hombres.

Cervilla, O., Álvarez-Muelas, A. y Sierra, J. C. (2024). Relationship between solitary masturbation and sexual satisfaction: A systematic review. Healthcare, 12, Artículo 235. https://doi.org/10.3390/healthcare12020235  

Cultivar la satisfacción con la relación para mejorar la sexualidad de parejas del mismo sexo

La experiencia subjetiva del orgasmo y la satisfacción sexual son dos constructos fundamentales del funcionamiento sexual humano, estrechamente relacionados con el bienestar sexual. El primero de ellos se refiere a la valoración del orgasmo desde un punto de vista psicológico y puede estudiarse con base a cuatro dimensiones (afectiva, sensorial, intimidad y recompensa), mientras que el segundo hace referencia a la respuesta afectiva que surge de la evaluación de los aspectos relacionados con las relaciones sexuales. Hasta la fecha, escasos estudios habían investigado el impacto de la experiencia orgásmica sobre la satisfacción sexual, especialmente en parejas del mismo sexo, y nunca se había examinado esta relación considerando a la pareja como unidad de análisis.
En un reciente estudio publicado en Journal of Sex & Marital Therapy, los investigadores Pablo Mangas, Juan Carlos Sierra y Reina Granados analizaron la relación diádica entre ambas variables (i.e., cómo afecta la experiencia orgásmica subjetiva de cada miembro de la pareja a su propia satisfacción sexual y a la de su pareja), considerando además el efecto mediador de la satisfacción con la relación de pareja. En este estudio participaron 104 parejas del mismo sexo (48 parejas de hombres y 56 de mujeres) con experiencias orgásmicas recientes.
Los resultados obtenidos indican una influencia diádica de las dimensiones afectiva y sensorial de la experiencia orgásmica subjetiva sobre la satisfacción sexual únicamente en las parejas de hombres. Además, se observa una afectación de la satisfacción sexual, especialmente en las mujeres, cuando existen discrepancias entre los dos miembros de la pareja entre esas mismas dimensiones de la experiencia orgásmica subjetiva (i.e., cuanto mayor es la diferencia en la intensidad orgásmica subjetiva entre ambas mujeres, menor es su satisfacción sexual). Por último, el estudio concluye que la satisfacción con la relación de pareja es un mediador significativo entre todas las dimensiones de la experiencia orgásmica y la satisfacción sexual en ambos tipos de parejas. Es decir, para que la experiencia orgásmica subjetiva tenga un efecto positivo sobre la satisfacción sexual se requiere del papel mediador de la satisfacción con la relación de pareja.
El hecho de que la satisfacción con la relación de pareja actúe como variable mediadora entre experiencia orgásmica subjetiva y satisfacción sexual tiene una notable aplicabilidad clínica, ya que ofrece claves para que los profesionales de la Sexología presten atención a la satisfacción relacional cuando aborden aspectos exclusivamente sexuales como pueden ser las dificultades orgásmicas o la insatisfacción sexual. En terapia sexual, el trabajo con ambos miembros de la pareja es fundamental a la hora de abordar las problemáticas sexuales.

Mangas, P., Sierra, J. C. y Granados, R. (2023). Effects of subjective orgasm experience in sexual satisfaction: A dyadic analysis in same-sex Hispanic couples. Journal of Sex & Marital Therapy. PUblicación anticipada en línea. https://doi.org/10.1080/0092623X.2023.2295960 

Cómo afecta la violencia de pareja al funcionamiento sexual de las mujeres

La violencia de pareja se define como la violencia física, el abuso emocional-psicológico, la deprivación de libertad y/o la violencia sexual llevada a cabo por una pareja o expareja. Las mujeres son las principales víctimas de este tipo de violencia, estimándose a nivel mundial que un tercio de las mujeres entre 15-49 años han sufrido algún tipo de violencia por parte de sus parejas. Las consecuencias de esta violencia son múltiples y desbastadoras, resultando negativas para su salud física y psicológica en general, y su salud sexual en particular.

Con el propósito de actualizar los efectos de la violencia de pareja sobre la salud sexual de las mujeres, Juan Carlos Sierra, Ana Álvarez-Muelas y María del Mar Sánchez-Fuentes publicaron una revisión sistemática en la revista Current Sexual Health Reports, cuyo objetivo fue revisar la literatura científica de los últimos cinco años interesada en la relación de la violencia de pareja con el funcionamiento sexual, la satisfacción sexual y la satisfacción con la relación en población femenina. Se consideró una definición amplia de la violencia de pareja, incluyendo tanto la física como la no física (verbal, psicológica). Se incluyó un total de ocho artículos, lo que se supone un número escaso de trabajos, teniendo en cuenta que la violencia de pareja es un problema mundial de salud pública y una violación de los derechos humanos de las mujeres.

Los resultados revelan que la experiencia de violencia de pareja en mujeres se asocia con peor funcionamiento sexual, con dificultades en las dimensiones del deseo, la excitación y el orgasmo, resultando perjudicial para su satisfacción sexual y su satisfacción con la relación de pareja. La mayoría de las investigaciones utilizan instrumentos estandarizados que garantizan la obtención de medidas fiables y válidas. En su mayoría, los estudios incluyen mujeres jóvenes y de mediana edad de la población general, por lo que se recomienda ampliar a otro tipo de poblaciones, con el fin de investigar más a fondo las consecuencias negativas de la violencia de pareja sobre la salud sexual de las mujeres. Resulta relevante mencionar que estos trabajos incluyen a mujeres de diferentes países de África, América, Asia y Europa, por lo que, a pesar de las diferencias socioculturales, se hace evidente que la violencia de género está presente a nivel mundial.

Se recomienda continuar el análisis del impacto de la violencia de pareja y se señala la urgencia de incluir el funcionamiento sexual, la satisfacción sexual y la satisfacción con la relación de pareja en los programas de prevención e intervención, con el objetivo de promover inversiones efectivas para asegurar el bienestar, la salud y el placer sexual.

Sierra, J. C., Álvarez-Muelas, A. y Sánchez-Fuentes, M. M. (2023). Sexual function and relationship satisfaction among women who have experienced intimate partner violence. Current Sexual Health Reports, 15, 280-290. https://doi.org/10.1007/s11930-023-00375-w

¿Perjudica el doble estándar sexual a la satisfacción sexual?

La satisfacción sexual, componente esencial del bienestar, es una respuesta afectiva derivada de las relaciones sexuales, aunque no solo depende de ellas sino también de factores personales, interpersonales y socioculturales. Entre los factores personales, se encuentra la actitud del doble estándar sexual (DES), que se refiere a la distinta valoración de un mismo comportamiento sexual dependiendo de si lo realiza un hombre o una mujer. La literatura científica muestra que el DES a favor de la mayor libertad sexual para el hombre implica menores niveles de satisfacción sexual, tanto en hombres como en mujeres, mientras que un estándar sexual igualitario la favorecería.
En España está validado un modelo teórico de la satisfacción sexual en el contexto de la pareja, denominado Interpersonal Exchange Model of Sexual Satisfaction (IEMSS). Este modelo propone que la satisfacción sexual se explica a partir de cuatro componentes: (1) balance entre beneficios (elementos gratificantes y placenteros) y costes (elementos que exigen esfuerzo físico o mental, o que producen dolor, vergüenza o ansiedad); (2) nivel de comparación entre los beneficios y costes esperados, y el obtenido en la realidad, (3) igualdad de beneficios y costes sexuales entre ambos miembros de la pareja y (4) la satisfacción con la relación de pareja.
Dada la ausencia de estudios que analicen la relación del DES con los componentes del IEMSS, Ana Álvarez-Muelas, Vega Mateo y Juan Carlos Sierra, diseñaron un estudio que se publicó en la Revista Iberoamericana de Psicología y Salud, con el objetivo principal de comparar los componentes del IEMSS entre tres tipologías de adhesión al DES (i.e., favorable al hombre, favorable a la mujer e igualitaria) para dos áreas de los comportamientos sexuales (i.e., libertad y recato sexual).
En esta investigación participaron 1.165 adultos heterosexuales (594 hombres y 571 mujeres) de la población general española. Los resultados indicaron diferencias en los componentes de la satisfacción sexual en función del tipo de adhesión al DES. Los hombres mostraron puntuaciones más elevadas en igualdad de beneficios sexuales en la tipología igualitaria en comparación con la favorable al hombre para el área de la libertad sexual. Las mujeres presentaron mayores puntuaciones en el componente igualdad de costes sexuales en la tipología igualitaria en comparación con la favorable al hombre para el área del recato sexual.
Estos hallazgos confirman la asociación del DES con la satisfacción sexual y ponen de manifiesto que el estándar de igualdad conlleva mayor satisfacción sexual, tanto en hombres como en mujeres. También reflejan la relevancia del área de los comportamientos sexuales en esta asociación, siendo el área de la libertad sexual más susceptible en los hombres y el área del recato sexual en las mujeres.

Álvarez-Muelas, A., Mateo, V. y Sierra, J. C. (2023). Comparación de los componentes del Interpersonal Exchange Model of Sexual Satisfaction entre distintas tipologías de adhesión al doble estándar sexual. Revista Iberoamericana de Psicología y Salud, 14, 1-9. https://doi.org/10.23923/j.rips.2023.01.060 

Descifrando las claves del deseo sexual solitario

El deseo sexual se define como el interés en la actividad sexual, ya sea en solitario o con otra persona. La mayor parte de la investigación ha centrado su interés en este último, asociándolo a otras dimensiones del funcionamiento sexual como la excitación sexual, el orgasmo o la satisfacción sexual. Sin embargo, se sabe poco acerca del deseo sexual solitario. 
Por ello, Óscar Cervilla, Eva Jiménez-Antón, Ana Álvarez-Muelas, Pablo Mangas, Reina Granados y Juan Carlos Sierra, llevaron a cabo una investigación, publicada en la revista Healthcare, que se centra en la relación del deseo sexual solitario con la experiencia subjetiva del orgasmo y la excitación sexual en el contexto de la masturbación en solitario. En un primer estudio, realizado con 2.406 adultos de la población general española, examinaron la relación entre el deseo sexual solitario y la experiencia subjetiva del orgasmo obtenido mediante la masturbación y, en un segundo estudio, llevado a cabo con 41 jóvenes, se interesaron por su asociación con la excitación sexual experimentada en un contexto de laboratorio ante estímulos visuales que mostraban a personas masturbándose.
Los resultados indicaron que mientras los hombres informaban de más deseo sexual solitario, las mujeres tenían experiencias subjetivas del orgasmo mediante la masturbación más intensas. Se observó que el deseo sexual solitario se asoció de manera significativa con la intensidad de la experiencia subjetiva del orgasmo y de la excitación sexual en el contexto de la masturbación. Específicamente, las personas que informaron niveles más altos de deseo sexual solitario también indicaron niveles más altos de excitación sexual y una experiencia subjetiva del orgasmo más intensa durante la masturbación.
Esta investigación concluye que el deseo sexual solitario es un factor importante a considerar al abordar la experiencia subjetiva del orgasmo y la excitación sexual en el contexto de la masturbación. Los hallazgos sugieren que el deseo sexual solitario puede ser un predictor significativo de la experiencia subjetiva del orgasmo y de la excitación sexual en este contexto, lo que puede tener implicaciones importantes para el tratamiento de las disfunciones sexuales y la mejora de la salud sexual.

Cervilla, O., Jiménez-Antón, E., Álvarez-Muelas, A., Mangas, P., Granados, R. y Sierra, J. C. (2023). Solitary Sexual Desire: Its Relation to Subjective Orgasm Experience and Sexual Arousal in the Masturbation Context within a Spanish Population. Healthcare, 11, Artículo 1805. https://doi.org/10.3390/healthcare11060805 

En busca de medidas del funcionamiento sexual sin sesgos por orientación sexual

El funcionamiento sexual se refiere a la capacidad de un individuo para responder sexualmente o experimentar placer sexual. Esta respuesta incluye el deseo sexual, la excitación, el orgasmo y la satisfacción sexual. La Arizona Sexual Experience Scale (ASEX) [Escala Arizona de Experiencias Sexuales] es una medida muy utilizada en la evaluación del funcionamiento sexual por su brevedad, escasa intrusividad y fácil aplicación, tratándose por tanto de una medida muy útil en la detección de posibles disfunciones sexuales. Es habitual comparar el funcionamiento sexual entre grupos diferentes, por ejemplo, en función de la orientación sexual. En la población gay, se han observado diferencias en el funcionamiento sexual en comparación con la heterosexual, aparte de mayor frecuencia de relaciones sexuales y mayor variedad de prácticas sexuales. Sin embargo, para realizar dichas comparaciones es necesario contar con medidas invariantes entre dichos grupos, es decir, que no sesguen la información que proporcionan a favor o en contra de alguno de los grupos evaluados.
Los investigadores Juan Carlos Sierra, Pablo Mangas, Alejandro Guillén-Riquelme y Laura E. Muñoz-García recientemente han publicado un estudio en The Journal of Sexual Medicine, que tenía como objetivo principal examinar la invarianza de la ASEX por orientación sexual. En este trabajo, en el que participaron 1.600 adultos españoles (800 personas heterosexuales y 800 gais), los autores señalan que la ASEX resultó ser una medida invariante en mujeres con distinta orientación sexual, pero no en los hombres. Por ello, las comparaciones del funcionamiento sexual por orientación sexual, con esta escala, no son recomendables en el caso de los hombres. Es decir, aunque la escala esté evaluando el mismo constructo en ambos grupos, las hipotéticas diferencias encontradas entre ellos podrían deberse a un sesgo de la propia escala. Este hecho podría deberse, entre otras razones, a que la escala no da cuenta de algunos aspectos importantes en la sexualidad de los hombres gais, como la relajación o dilatación de la zona anal (esencial en aquellos que deseen involucrarse en prácticas de penetración receptiva).
Este hecho resulta interesante a nivel clínico, ya que los profesionales de la Sexología deben estar en continua formación en aspectos relacionados con la diversidad sexual y de género. Teniendo en cuenta que cada vez cobran más protagonismo enfoques como la Psicoterapia Afirmativa LGBT, es necesario el uso de instrumentos con la suficiente solidez científica para evaluar diferentes dimensiones de la sexualidad humana en personas pertenecientes a estas minorías, teniendo en cuenta además que habitualmente se comparan grupos en base a la orientación sexual, sin que los instrumentos empleados hayan mostrado previamente ser invariantes en población diversa.
En definitiva, estos hallazgos muestran que la ASEX es una escala que aporta medidas fiables y válidas del funcionamiento sexual, tanto en personas heterosexuales como gais, aunque su empleo llevaría asociado un sesgo a la hora de comparar este constructo en hombres de ambas orientaciones. Los resultados de este trabajo resaltan la necesidad de seguir realizando estudios de invarianza con el objetivo de validar instrumentos en población LGBT.

Sierra, J. C., Mangas, P., Guillén-Riquelme, A. y Muñoz-García, L. E. (2023). Measurement invariance of the Arizona Sexual Experience Scale by sexual orientation: comparing the sexual functioning of gay and heterosexual individuals. The Journal of Sexual Medicine, 20, 684-689. https://doi.org/10.1093/jsxmed/qdad029 

¿Se pueden comparar las actitudes sexuales de personas con distinta orientación sexual?

Las actitudes sexuales son creencias evaluativas que determinan las respuestas favorables o desfavorables ante estímulos sexuales. En función del objeto al que se refiere, la actitud sexual puede ser general (erotofilia) o específica (actitud hacia las fantasías sexuales y hacia la masturbación). La erotofobia-erotofilia es la disposición a responder a estímulos sexuales sobre una dimensión bipolar de afecto y evaluación, desde un polo negativo (erotofobia) hasta otro positivo (erotofilia). Para evaluarla se utiliza la Sexual Opinion Survey (SOS), que permite calificar a las personas como erotofílicas (valoran el sexo como placentero y buscan la actividad sexual) o erotofóbicas (valoran la actividad sexual de forma negativa y tienden a evitarla). Para evaluar la actitud positiva hacia las fantasías sexuales se desarrolló el Hurlbert Index of Sexual Fantasy (HISF). Con respecto a la masturbación, la escala que mide la actitud negativa hacia ella es el Negative Attitudes Toward Masturbation Inventory (NATMI).

Aunque hay evidencia de que las actitudes sexuales pueden variar entre grupos de personas definidos por su orientación sexual, aún son escasos los estudios sobre las actitudes sexuales de las personas LGB. La mayoría de las escalas que miden actitudes sexuales se han validado con personas heterosexuales. Estudiar la invarianza de medida de los instrumentos que evalúan las actitudes sexuales es relevante. Este tipo de estudios permite describir y explicar cómo funcionan, por ejemplo, en grupos y colectivos que se diferencian por su orientación sexual, las dimensiones que conforman las escalas empleadas para medir actitudes sexuales (e.g., erotofilia, actitud hacia las fantasías sexuales y actitud hacia la masturbación). Por esto, Laura Elvira Muñoz-García, Carmen Gómez-Berrocal, Alejandro Guillén-Riquelme y Juan Carlos Sierra han publicado en International Journal of Environmental and Public Health con una muestra de 2.293 personas españolas heterosexuales, bisexuales y gais para examinar la invarianza por orientación sexual de las versiones españolas de estas tres escalas de actitudes sexuales: la Sexual Opinion Survey (SOS), el Hurlbert Index of Sexual Fantasy (HISF) y el Negative Attitudes Towards Masturbation Inventory (NATMI).

Los resultados confirman que la medida de actitud favorable hacia las fantasías sexuales que proporciona este instrumento se puede comparar a través de grupos muestrales definidos en función de su orientación sexual (heterosexuales, bisexuales y gais). Por otra parte, los resultados de este estudio señalan que las escalas SOS y NATMI no son invariantes por orientación sexual, indicando que no se pueden realizar comparaciones entre personas heterosexuales, bisexuales y gais respecto a erotofilia y actitud hacia la masturbación. En el caso de la escala NATMI, dos de sus ítems ("Cuando me masturbo me siento culpable" y "Cuando me masturbo me doy asco") no reciben el mismo patrón de respuesta acerca del sentimiento de culpabilidad asociado a la conducta de masturbación en solitario por parte de personas heterosexuales, bisexuales y gais, por lo que estos ítems no son comparables por orientación sexual. En el caso de la escala SOS, no se encuentran ítems que presenten un patrón de respuesta diferente del resto que expliquen la ausencia de invarianza. Sin embargo, podría explicarse por el patrón de respuesta extremo hacia la erotofilia compartido por personas heterosexuales, bisexuales y gais, que interfiere con los análisis estadísticos, ya que la prueba de invarianza necesita un patrón de respuesta más heterogéneo para clasificar una escala como invariante. Este patrón se encuentra en la escala NATMI también.

En conclusión, este estudio aporta evidencias de validez y fiabilidad de las escalas SOS, HISF y NATMI, además de mostrar que las actitudes con respecto a la erotofilia, las fantasías sexuales y la masturbación son bastante similares en personas heterosexuales, bisexuales y gais. El análisis de estas actitudes, estrechamente relacionadas con la salud sexual, proporciona una visión detallada de las posibles causas de determinados problemas relacionados con la sexualidad de las personas LGB y sirve de guía para sus posibles soluciones.

Muñoz-García, L. E., Gómez-Berrocal, C., Guillén-Riquelme, A. y Sierra, J. C. (2023). Measurement Invariance across Sexual Orientation for Measures of Sexual Attitudes. International Journal of Environmental Research and Public Health, 20, Artículo 1820. https://doi.org/10.3390/ijerph20031820 

Experiencia subjetiva del orgasmo a través del contexto, sexo y orientación sexual

El orgasmo se describe como una sensación de placer intenso que produce una alteración de la consciencia combinada con cambios en la musculatura pélvica y la resolución de la vasocongestión sexual, generalmente acompañado de una sensación de bienestar y satisfacción. Esta sensación deriva de una estimulación tanto física como mental durante la actividad sexual, es decir, que además de factores fisiológicos incluye aspectos psicológicos y sociales. Estos últimos subrayan la necesidad de considerar la experiencia subjetiva del orgasmo, es decir, la valoración subjetiva de las sensaciones asociadas a una experiencia orgásmica. Estudiar la evaluación subjetiva del orgasmo contribuye a la comprensión de la satisfacción sexual.

Estudios previos han demostrado que el sexo, entendido como una característica individual que diferencia entre hombres y mujeres, se relaciona de forma específica con la experiencia subjetiva del orgasmo. Por ejemplo, las mujeres reportan una experiencia subjetiva más intensa que los hombres. Por otra parte, la orientación sexual parece ser otra variable asociada de forma diferencial con la experiencia subjetiva del orgasmo. Concretamente, en el contexto de las relaciones de pareja, se ha constatado que la percepción del orgasmo es más recompensante para los hombres heterosexuales que para los hombres gais y, en ese contexto de relaciones, el orgasmo lo perciben como más íntimo las mujeres lesbianas que las mujeres heterosexuales. Sin embargo, ningún estudio previo ha analizado la experiencia subjetiva del orgasmo en el contexto de la masturbación teniendo en cuenta la orientación sexual.

La mayoría de las investigaciones ha estudiado la experiencia subjetiva del orgasmo en el contexto de las relaciones sexuales, pero no en el contexto de la masturbación. Sin embargo, la evidencia de que la masturbación en solitario y las relaciones sexuales pueden ser conductas complementarias que se refuerzan entre sí, subraya la importancia de estudiar la experiencia subjetiva del orgasmo en el contexto de la masturbación en solitario. Estudios realizados previamente demuestran que la experiencia subjetiva del orgasmo es más intensa en el contexto de las relaciones sexuales que en el de la masturbación en solitario.

El instrumento conocido como Orgasm Rating Scale fue diseñado para evaluar cuatro dimensiones de la experiencia subjetiva del orgasmo: Afectiva (emociones experimentadas durante el orgasmo), Sensorial (percepción de los cambios fisiológicos experimentados durante el orgasmo), Íntima (aspecto íntimo de la experiencia) y Recompensa (efecto reforzante del orgasmo).

Laura E. Muñoz-García, Carmen Gómez-Berrocal y Juan Carlos Sierra han estudiado las cuatro dimensiones de la experiencia subjetiva del orgasmo, tanto en el contexto de las relaciones sexuales como en el contexto de la masturbación en solitario, informada por hombres y mujeres heterosexuales, bisexuales y gais. El estudio se ha publicado en Archives of Sexual Behavior y para su realización se ha contado con más de 4.200 adultos de la población española. Los resultados de este estudio muestran que, en el contexto de relaciones sexuales, en comparación con en el de la masturbación en solitario, es más intensa la percepción subjetiva de las aspectos afectivos, sensoriales e íntimos del orgasmo. Sin embargo, la dimensión relacionada con el efecto recompensante del orgasmo se percibe más intensamente en el contexto de la masturbación en solitario. Estos resultados se mantienen en hombres y en mujeres, y en personas heterosexuales, bisexuales y gais. Solamente en el contexto de las relaciones sexuales se halló un patrón de diferencial entre hombres y mujeres heterosexuales: las mujeres perciben el orgasmo más afectivo, sensorial e íntimo que los hombres, mientras que estos tienen una percepción del orgasmo más relajante que las mujeres heterosexuales en el contexto de las relaciones.

Con respecto a la orientación sexual, las personas heterosexuales, bisexuales y gais reportan diferencias entre sí en las emociones y sensaciones fisiológicas asociados al orgasmo del contexto masturbación en solitario; y en estas sensaciones fisiológicas y efecto recompensante del orgasmo obtenido en el contexto de las relaciones sexuales. En estas dimensiones, la percepción de la experiencia subjetiva del orgasmo es más intensa en personas heterosexuales que en personas gais. Además, las personas bisexuales comunican una experiencia orgásmica subjetiva similar a las personas heterosexuales. Esto es, informan de mayor intensidad que las personas gais en las emociones y sensaciones fisiológicas asociados al orgasmo obtenido en el contexto de masturbación en solitario y mayor intensidad de sensaciones fisiológicos en el orgasmo obtenido en el contexto de las relaciones sexuales. El efecto recompensante del orgasmo en el contexto de las relaciones sexuales lo perciben con más intensidad las personas heterosexuales que las personas bisexuales y gais.

En conclusión, este estudio encontró importantes diferencias por contexto, género y orientación sexual de la experiencia subjetiva del orgasmo, en cada una de sus dimensiones (Afectiva, Sensorial, Intima y Recompensa). Por lo tanto, se resalta la importancia de tener en cuenta los contextos de relaciones sexuales y masturbación en solitario a la hora de estudiar la experiencia subjetiva del orgasmo, así como la necesidad de abordar su estudio desde una perspectiva de género y desde la diversidad sexual.

Muñoz-García, L. E., Gómez-Berrocal, C. y Sierra, J. C. (2022). Evaluating the Subjective Orgasm Experience Through Sexual Context, Gender, and Sexual Orientation. Archives of Sexual Behavior, 52, 1479-1491. https://doi.org/10.1007/s10508-022-02493-3  

La masturbación se asocia a la satisfacción con el orgasmo en las relaciones sexuales

La masturbación es una conducta sexual saludable. Entre sus aspectos positivos destaca su utilidad en el contexto de la terapia sexual para mejorar el funcionamiento sexual. Se han propuesto dos modelos para explicar la relación entre la masturbación en solitario y las relaciones sexuales: compensatorio vs. complementario. El primero hipotetiza que la masturbación se practicaría para suplir las relaciones sexuales deseadas, pero no realizadas. Mientras, el modelo complementario propone una relación positiva entre la masturbación en solitario y las relaciones sexuales. Actualmente, se sabe que la práctica de la masturbación favorece distintas dimensiones del funcionamiento sexual como es el orgasmo en las relaciones sexuales; sin embargo, se conoce muy poco acerca del papel de diferentes parámetros de la masturbación practicada en solitario en la satisfacción orgásmica experimentada en las relaciones sexuales. Por ello, Óscar Cervilla y Juan Carlos Sierra han llevado a cabo un estudio, publicado en la revista Frontiers in Psychiatry, con el propósito de analizar distintos parámetros de la masturbación (primera experiencia, frecuencia actual, actitud negativa hacia esta conducta, deseo sexual solitario y experiencia subjetiva del orgasmo en el contexto de la masturbación en solitario) en hombres y mujeres, y examinar su relación con la satisfacción con el orgasmo en las relaciones sexuales. Para ello evaluaron a 738 hombres y 597 mujeres.
En primer lugar, los resultados indican que los hombres, en comparación con las mujeres, empiezan a masturbarse a una edad más temprana, informan practicar esta conducta con más frecuencia y experimentan más deseo sexual solitario. Las mujeres, por su parte, tienen experiencias subjetivas del orgasmo mediante la masturbación más intensas que los hombres.
También se encontró que algunos parámetros de la masturbación en solitario se asocian a la satisfacción orgásmica en el contexto de las relaciones sexuales. Concretamente, la dimensión afectiva de la experiencia subjetiva del orgasmo en la masturbación es una variable común en hombres y en mujeres para explicar la satisfacción con el orgasmo en las relaciones sexuales. Además, en hombres, una mayor frecuencia de masturbación se asocia a menor satisfacción orgásmica en sus relaciones sexuales, lo que apoyaría el modelo compensatorio. Por su parte, en las mujeres, además de la dimensión afectiva del orgasmo, una actitud más positiva hacia la masturbación y mayor deseo sexual solitario se asocia con más satisfacción orgásmica en las relaciones sexuales.
Estos hallazgos muestran la importancia de la masturbación en solitario para abordar las dificultades orgásmicas desde la terapia sexual y la investigación, siendo distintos los parámetros implicados en hombres y en mujeres.

Cervilla, O. y Sierra, J. C. (2022). Masturbation parameters related to orgasm satisfaction in sexual relationships: Differences between men and women. Frontiers in Psychiatry, 13, Artículo 903361. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2022.903361

Doble estándar sexual en países hispanos: comparación entre España, Perú y Ecuador

El doble estándar sexual es una actitud que regula las interacciones sexuales al implicar la evaluación de la sexualidad con diferentes estándares para hombres y mujeres. Actualmente, se resalta la importancia de comparar esta actitud entre distintas culturas para comprender el grado en que las normas propias de cada sociedad podrían influir en las desigualdades de género en la sexualidad. 

Con este objetivo, Ana Álvarez-Muelas, Carmen Gómez-Berrocal, Denisse Osorio, Hugo M. Noe-Grijalva y Juan Carlos Sierra han realizado el primer estudio transcultural de la prevalencia de las tipologías de adhesión al doble estándar sexual (igualitaria, favorable al hombre y favorable a la mujer) para dos ámbitos de los comportamiento sexuales (libertad y recato sexual). Este trabajo ha sido publicado en Sexuality Research and Social Policy. En el estudio se han examinado las diferencias entre España, Perú y Ecuador, ya que estos países hispanohablantes presentan diferencias en los índices de evaluación de la desigualdad de género: España presenta mayores niveles de igualdad y una menor brecha de género en comparación con Perú y Ecuador. Se contó con una muestra de 2.229 jóvenes de 18 a 25 años de edad que contestaron a la versión española de la Sexual Double Standard Scale. En función de sus puntuaciones, se obtuvieron las tipologías de adhesión al doble estándar para libertad y recato sexual. Los resultados obtenidos mostraron diferencias en la prevalencia de las tipologías de adhesión para libertad y recato sexual entre los tres países, tanto en la muestra total como en la muestra de hombres y mujeres por separado. De forma general, la tipología igualitaria resultó ser más prevalente en España, la tipología favorable al hombre en Perú y Ecuador, y la tipología favorable a la mujer en Ecuador. Estos hallazgos parecen coincidir con la evaluación de los indicadores de desigualdad y brecha de género. Es decir, España, con un contexto donde prevalece una mayor igualdad y menor brecha con respecto al género, presentó mayor prevalencia de la norma sexual igualitaria entre hombres y mujeres. 

En definitiva, este trabajo evidencia las diferencias transculturales en la prevalencia de las normas sexuales de género. También, sus hallazgos sugieren la importancia de estudiar el papel de las condiciones socioestructurales de hombres y mujeres propias de cada cultura para comprender las diferencias en la prevalencia de las normas del doble estándar sexual. 

Álvarez-Muelas, A., Gómez-Berrocal, C., Osorio, D., Noe-Grijalva, H. M. y Sierra, J. C. (2022). Sexual Double Standard: A Cross-Cultural Comparison of Young Adults Spanish, Peruvian, and Ecuadorian People. Sexuality Research and Social Policy, 20, 705-713. https://doi.org/10.1007/s13178-022-00714-x 

¿Cómo describen hombres y mujeres sus orgasmos en las relaciones heterosexuales?

Entendemos la experiencia orgásmica subjetiva como la valoración de la intensidad orgásmica a nivel psicológico. En el contexto de las relaciones sexuales en parejas heterosexuales, diversos estudios han reportado cómo esta experiencia se asocia a variables sociodemográficas, del funcionamiento sexual y de la salud sexual en general. Sin embargo, ningún trabajo previo había aportado información detallada sobre las calificaciones del orgasmo ni se han ordenado en función de su frecuencia los calificativos más utilizados para describir el orgasmo en hombres y en mujeres.

En esta línea, en un estudio publicado recientemente en International Journal of Impotence Research, Ana Isabel Arcos Romero y Juan Carlos Sierra han examinado cómo más de 1.600 adultos heterosexuales de la población española general describen la intensidad de sus orgasmos creando rankings de los calificativos utilizados más frecuentemente para describir la experiencia orgásmica. Para ello, se ha evaluado a participantes voluntarios mediante la Orgasm Rating Scale (ORS), una escala de medida compuesta por 25 ítems adjetivos descriptivos de la experiencia orgásmica en cuatro dimensiones (afectiva, sensorial, intimidad y recompensa). Los resultados del estudio arrojan diferencias por sexo en la experiencia del orgasmo global, mostrando las mujeres mayor percepción de la intensidad orgásmica. A nivel dimensional, los hombres muestran mayor intensidad en la recompensa del orgasmo y las mujeres en la afectividad y los aspectos sensoriales, mientras que en el plano de intimidad no se encuentran diferencias por sexo. En cuanto a los rankings, en los resultados obtenidos destacó que los cinco primeros adjetivos del ranking de hombres y de mujeres fueron exactamente los mismos (placentero, gozoso, satisfactorio, excitante y gratificante), todos ellos pertenecientes a la dimensión afectiva. En ambos sexos, los adjetivos menos elegidos corresponden a la dimensión sensorial (i.e., tembloroso, sofocante, desbocado y salvaje).

Con esto, la conclusión de la investigación es que la calificación de la intensidad del orgasmo en el contexto de las relaciones sexuales en pareja difiere entre hombres y mujeres heterosexuales, describiendo las mujeres más intensamente las características psicológicas del orgasmo. Sin embargo, los primeros y últimos adjetivos del ranking que describen la experiencia del orgasmo son similares en ambos sexos.

Arcos-Romero, A. I. y Sierra, J. C. (2022). How do heterosexual men and women rate their orgasms in a relational context? International Journal of Impotence Research, 35, 164-169. https://doi.org/10.1038/s41443-022-00558-4 

Actividad sexual en adolescentes peruanos

El Ministerio de Salud de Perú informó en 2010 que el 19,7% de los adolescentes de Secundaria habían tenido relaciones sexuales y, de ellos, el 46,7% habían iniciado estas prácticas antes de cumplir los 14 años, con cifras más altas en chicos que en chicas (también en cuanto a frecuencia de masturbación). Por otro lado, de acuerdo al Servicio de Tele-Asesoría Gratuita de la Fundación ANAR, las preguntas más frecuentes de los adolescentes peruanos fueron precisamente sobre las relaciones sexuales y la masturbación. Las experiencias sexuales, especialmente las que se producen en los primeros años de vida, desempeñan un papel crucial en la trayectoria sexual de la persona a lo largo de su vida. Además, las creencias positivas de los adolescentes sobre la actividad sexual impactan y forman parte de su desarrollo normativo y, como tal, promueven una adaptación adecuada. Tanto las relaciones sexuales como la masturbación se ven influidas por variables sociodemográficas (por ejemplo, el sexo, la edad o la frecuencia de la práctica religiosa) y por las actitudes sexuales. 

En referencia a esto, el equipo de investigación del Laboratorio de Sexualidad Humana de la Universidad de Granada, formado por Juan Carlos Sierra, Ana Álvarez-Muelas, Ana Isabel Arcos-Romero, Óscar Cervilla, Pablo Mangas y Laura Elvira Muñoz-García, junto con el investigador Fredy S. Monge-Rodríguez, de la Universidad de San Antonio Abad del Cuzco (Perú), han publicado un artículo en la revista Children, en el que se explica la frecuencia de la masturbación y de las relaciones sexuales en adolescentes peruanos en función de la edad, la adhesión religiosa, la erotofilia, las actitudes hacia las fantasías sexuales y la masturbación, y del doble estándar sexual tradicional. En este estudio se contó con la participación de 1.120 adolescentes del heterosexuales, de 13 a 17 años (559 chicos y 561 chicas) de la provincia del Cuzco. Los resultados indicaron diferencias entre chicos y chicas en erotofilia, actitudes negativas hacia la masturbación y actitudes positivas hacia las fantasías sexuales, siendo los chicos los que puntúan más en dichas variables. También se encontraron diferencias por sexo, en la misma dirección, en la frecuencia de masturbación en solitario y de relaciones sexuales. La frecuencia de masturbación en solitario fue explicada, en sentido positivo, por la erotofilia y la actitud positiva hacia las fantasías sexuales en chicos y únicamente por esta actitud en las chicas. Por su parte, la frecuencia de relaciones sexuales fue explicada por la edad y la actitud positiva hacia las fantasías sexuales en chicos, mientras que en las chicas únicamente lo fue por esta última actitud.

En definitiva, estos resultados evidencian la importancia de las actitudes hacia aspectos de la sexualidad a la hora de determinar la frecuencia de la masturbación y de las relaciones sexuales en adolescentes. Concretamente, se destaca el papel de las actitudes sexuales específicas, especialmente la actitud positiva hacia las fantasías sexuales, como una variable relevante para la salud sexual. Este estudio aporta hallazgos relevantes sobre el estudio de la frecuencia de las relaciones sexuales y de la masturbación en solitario en adolescentes para el ámbito de la investigación, educación y clínica sexológica.

Sierra, J. C., Álvarez-Muelas, A., Arcos-Romero, A. I., Cervilla, O., Mangas, P., Muñoz-García, L. E. y Monge-Rodríguez, F. S. (2022). Sexual Activity in Peruvian Adolescents: Relevance of Socio-Demographic Variables and Sexual Attitudes. Children, 9, Artículo 386. https://doi.org/10.3390/children9030386 

La excitación sexual en personas con distintas tipologías de adhesión al doble estándar sexual

La excitación sexual combina procesos fisiológicos, psicológicos y comportamentales. Su evaluación se centra en las reacciones fisiológicas (respuesta genital) y en la valoración que realiza la propia persona sobre dicha experiencia, a través de medidas autoinformadas. Es decir, la excitación sexual tendría una manifestación fisiológica u objetiva y otra autoinformada o subjetiva. Lo esperable sería que ocurriera concordancia sexual, es decir, un acuerdo entre las medidas de ambas dimensiones, es decir, entre el registro de la respuesta genial y la valoración subjetiva de la excitación. Sin embargo, esto no siempre ocurre, especialmente en las mujeres. Mientras que la concordancia sexual es más frecuente en los hombres, en el caso de las mujeres se encuentran relaciones positivas, negativas y ausencia de asociación entre ambas medidas de la excitación sexual. Una explicación a estas diferencias podría estar en las normas de género. Específicamente, en el contexto de los comportamientos sexuales, se destaca la actitud del doble estándar sexual (DES) que implica la distinta valoración de un mismo comportamiento sexual en función de si lo realiza un hombre o una mujer. La posible relación del DES con la excitación sexual no había sido analizada hasta el estudio publicado por Ana Álvarez-Muelas, Juan Carlos Sierra, Carmen Gómez-Berrocal, Ana I. Arcos-Romero, Cristóbal Calvillo y Reina Granados en International Journal of Clinical and Health Psychology. El objetivo de esta investigación fue examinar la concordancia sexual en diferentes tipologías de adhesión al DES: favorable al hombre, favorable a la mujer e igualitaria. Para ello, realizaron un estudio experimental en el Laboratorio de Sexualidad Humana de la Universidad de Granada en el que participaron 104 adultos jóvenes (42 hombres y 62 mujeres). El experimento consistió en el visionado de videos de contenido sexual explícito por parte de los participantes, mientras se registraba su respuesta genital (erección en los hombres y amplitud del pulso vaginal en las mujeres) y su valoración de la excitación sexual. Los resultados indicaron que hombres y mujeres con tipología de adhesión al DES igualitaria y favorable al hombre presentaron concordancia sexual, es decir, existía una correlación positiva entre la medida objetiva y la subjetiva de la excitación sexual. Además, en estas dos tipologías la excitación sexual autoinformada tuvo capacidad para explicar la respuesta genital. Este trabajo proporciona evidencias acerca de la relación de la actitud del DES con la excitación sexual. Además, sus resultados resultan útiles para el ámbito clínico y de la investigación, al avalar la evaluación de la excitación sexual a partir de medidas de autoinforme, pero debiendo considerarse las tipologías de adhesión al DES para una mayor compresión de la experiencia de la excitación sexual.

Álvarez-Muelas, A., Sierra, J. C., Gómez-Berrocal, C., Arcos-Romero, A. I., Calvillo, C. y Granados, R. (2022). Study of Sexual Concordance in Men and Women with Different Typologies of Adherence to the Sexual Double Standard. International Journal of Clinical and Health Psychology, 22, Artículo 100297. https://doi.org/10.1016/j.ijchp.2022.100297 

Masturbación en personas mayores de 50 años: ¿tabú o indicador de salud sexual?

En los últimos años, en gran parte del mundo, se observa un aumento poblacional de personas de 50 años en adelante. Culturalmente, se ha asumido que en edades avanzadas los intereses y prácticas sexuales disminuyen o desaparecen. Este hecho pudiera ser más significativo cuando hablamos de la masturbación. Aunque se sabe que es una conducta que se practica en todas las edades, su estudio ha sido escasamente abordado en personas mayores. Una característica de la masturbación en este grupo etario es que puede ir acompañada de sentimientos negativos de culpa, como consecuencia de la educación recibida en una etapa histórica en la que la masturbación era condenada. Esto podría influir en la frecuencia de su práctica y en la experiencia subjetiva del orgasmo, que junto con el deseo sexual, son parámetros relevantes de esta conducta.

En este contexto, Juan Carlos Sierra, Jéssica Santamaría, Óscar Cervilla y Ana Álvarez-Muelas han llevado a cabo un estudio publicado en International Journal of Impotence Research en el que compararon diferentes parámetros de la masturbación (edad de la primera masturbación, frecuencia actual, deseo sexual solitario y experiencia subjetiva del orgasmo mediante masturbación) entre hombres y mujeres de más de 50 años, que mantenían relaciones sexuales en la actualidad y tenían experiencias con la masturbación. Además, se interesaron por conocer qué parámetros permitían explicar la facilidad y satisfacción orgásmica en las relaciones sexuales.

En primer lugar, los resultados obtenidos indicaron diferencias entre hombres y mujeres en los parámetros de la masturbación. Así, los hombres, en comparación con las mujeres, informaron haber tenido la primera experiencia de masturbación a edades más tempranas, masturbarse con mayor frecuencia en la actualidad y presentar una actitud más negativa hacia la masturbación. Por su parte, las mujeres dijeron experimentar con mayor intensidad el orgasmo obtenido mediante la masturbación en solitario. En segundo lugar, la facilidad y la satisfacción orgásmica en las relaciones sexuales pudo explicarse a partir de estos parámetros de masturbación. En los hombres, la edad, la frecuencia actual de masturbación y la actitud negativa hacia esta conducta explicaron un 8% de la facilidad orgásmica, mientras que la edad y la actitud negativa un 8% de la satisfacción orgásmica. En mujeres, la dimensión afectiva de la experiencia subjetiva del orgasmo en la masturbación explicó un 11% de la facilidad orgásmica y un 15% en la satisfacción con el orgasmo en las relaciones sexuales. Finalmente, se constató que las personas con dificultades en la facilidad y en la satisfacción orgásmica en sus relaciones sexuales tenían experiencias subjetivas del orgasmo en la masturbación menos intensas que las personas sin dificultades orgásmicas.

A partir de estos resultados, se concluye que a pesar de que los hombres muestran una actitud más negativa hacia la masturbación, la practican con mayor frecuencia, posiblemente por la percepción de esta conducta como un sustituto y no como una forma complementaria de placer; mientras que las mujeres experimentan el orgasmo en el contexto de la masturbación de manera más intensa, tal y como también se ha descrito en el contexto de las relaciones sexuales. Tanto la actitud hacia esta conducta como la frecuencia en su práctica son variables que juegan un papel importante en la facilidad y satisfacción orgásmica en las relaciones sexuales. Además, se ha puesto de manifiesto la relación entre la intensidad de la experiencia subjetiva orgásmica en la masturbación y la respuesta orgásmica en las relaciones sexuales.

Sierra, J. C., Santamaría, J., Cervilla, O. y Álvarez-Muelas, A. (2022). Masturbation in middle and late adulthood: its relationship to orgasm. International Journal of Impotence Research, 35, 114-120. https://doi.org/10.1038/s41443-021-00520-w 

¿Qué relación hay entre el doble estándar sexual y la victimización/agresión sexual?

El aumento en los últimos años del número de delitos sexuales ha llevado emparejada la necesidad de búsqueda de causas y de factores de riesgo. La agresión sexual se ha relacionado con actitudes sexistas, entre las que se podría destacar el doble estándar sexual. Esta actitud se define como la distinta valoración de una misma conducta sexual en función de si la realiza un hombre o una mujer. El doble estándar que supone mayor libertad sexual del hombre frente a la mujer se ha relacionado con las agresiones sexuales perpetradas por los hombres hacia las mujeres y con la victimización sexual de estas últimas. Sin embargo, hasta la fecha no se ha estudiado la relación que pudiesen tener las diferentes tipologías de adhesión a esta actitud: favorable al hombre, favorable a la mujer o igualitaria (que defiende el estándar de igualdad para hombres y mujeres). 

Por ello, Cristina Vílchez-Jaén, Ana Álvarez-Muelas y Juan Carlos Sierra llevaron a cabo un estudio publicado en la Revista Iberoamericana de Psicología y Salud, cuyo objetivo fue examinar el efecto del sexo y de las tipologías de adhesión al doble estándar sexual (igualitaria, favorable al hombre y favorable a la mujer), en dos ámbitos del comportamiento sexual (libertad y recato sexual), sobre diferentes dimensiones de la victimización y agresión sexual. 

Los resultados obtenidos en una muestra de 264 hombres y 452 mujeres de 18 a 66 años revelaron que el sexo tuvo efecto significativo, observándose un incremento entre 21 y 27,4% de experiencias de victimización sexual por el hecho de ser mujer, así como un incremento del 12,4-13,9% de experiencias de agresiones sexuales por el hecho de ser hombre. Además, se observó que los hombres con tipología de doble estándar sexual favorable al hombre, tanto en libertad como en recato sexual, informaron un mayor número de agresiones de violación hacia la mujer, siendo el incremento con respecto a las otras tipologías de un 10%. Ante esta evidencia, se resalta la importancia de considerar las tipologías de adhesión al doble estándar sexual en programas de prevención e intervención en las agresiones sexuales. 

Vílchez-Jaén, C., Álvarez-Muelas, A. y Sierra, J. C. (2022). Análisis de la victimización/agresión sexual a través de las tipologías de adhesión al doble estándar sexual en población general. Revista Iberoamericana de Psicología y Salud, 13, 28-40. https://doi.org/10.23923/j.rips.2022.01.052  

La experiencia subjetiva del orgasmo en la masturbación

El orgasmo es un componente de la respuesta sexual que constituye un importante indicador de satisfacción y salud sexual. Tradicionalmente, se ha prestado mayor atención a la dimensión fisiológica del orgasmo; sin embargo, investigaciones recientes han comenzado a interesarse por su dimensión subjetiva. La experiencia subjetiva del orgasmo alude a la valoración y percepción de las cualidades psicológicas del mismo. Dicha experiencia ha sido evaluada en el contexto de las relaciones sexuales con la Orgasm Rating Scale (ORS). Este instrumento incluye una lista de 25 adjetivos descriptivos de la experiencia del orgasmo valorados a través de una escala de respuesta desde 0 "no lo describe en absoluto" hasta 5 "lo describe perfectamente". Estos adjetivos se agrupan en cuatro dimensiones: Afectiva, referida a los sentimientos experimentados durante el orgasmo (e.g., Satisfactorio); Sensorial, que hace alusión a la percepción de las sensaciones fisiológicas del orgasmo (e.g., Palpitante); Intimidad, que recoge ítems que reflejan el aspecto íntimo de la experiencia del orgasmo (e.g., Tierno); y Recompensa, que incluye ítems referidos a las consecuencias o efectos gratificantes del orgasmo (e.g., Relajante). Apenas hay información acerca de la experiencia subjetiva del orgasmo en la masturbación en solitario, posiblemente por la escasez de instrumentos válidos que puedan evaluarlo en este contexto.

Por esta razón, Óscar Cervilla, Pablo Vallejo-Medina, Denis de la Torre, Carmen Gómez-Berrocal y Juan Carlos Sierra han realizado un estudio, publicado en la revista Psicothema, con el propósito de validar la Orgasm Rating Scale en el contexto de la masturbación en solitario, examinando sus propiedades psicométricas y analizando su asociación con variables relacionadas como las actitudes sexuales y el funcionamiento sexual.

Este estudio confirmó la estructura multidimensional que la ORS tiene en el contexto de las relaciones sexuales, es decir, las cuatro dimensiones señaladas anteriormente. La intensidad orgásmica en la masturbación se relacionó positivamente con la actitud positiva hacia la sexualidad en general o erotofilia, la actitud positiva hacia las fantasías sexuales, el deseo sexual solitario, la excitación sexual, la facilidad para alcanzar el orgasmo y la satisfacción con el orgasmo y, en sentido negativo, con la actitud negativa hacia la masturbación. Además, aquellas personas con peor funcionamiento sexual en sus relaciones sexuales mostraron una intensidad orgásmica significativamente más baja en el contexto de la masturbación en solitario. Por tanto, estos resultados muestran que la Orgasm Rating Scale es un buen instrumento para evaluar la experiencia subjetiva del orgasmo en el contexto de la masturbación en solitario. Además, sus medidas se relacionan con importantes indicadores para la salud sexual como las actitudes sexuales o el funcionamiento sexual. Considerando la relevancia de la práctica de la masturbación en el contexto de la terapia sexual, sería interesante tener en cuenta este instrumento como parte de la evaluación del orgasmo, y en particular, en el contexto de la masturbación en solitario.

Cervilla, O., Vallejo-Medina, P., Gómez-Berrocal, C., de la Torre, D. y Sierra, J. C. (2022). Validation of the Orgasm Rating Scale in the Context of Masturbation. Psicothema, 34, 151-159. https://doi.org/10.7334/psicothema2021.223 

Experiencia subjetiva del orgasmo en gais y lesbianas

Un aspecto del orgasmo al que se ha prestado poca atención es su experiencia subjetiva (es decir, cómo se experimenta desde un punto de vista psicológico). Por otro lado, existe una tradición a dejar en un segundo plano a la investigación en sexualidad de las minorías sexuales, lo que imposibilita conocer las claves para que disfruten de una sexualidad saludable. Existen escasos instrumentos que evalúen la experiencia subjetiva del orgasmo, siendo una excepción la Orgasm Rating Scale (ORS), validada recientemente en población heterosexual española, por lo que era necesaria su validación en población gay en el contexto de las relaciones homosexuales.

Por ello, los investigadores Pablo Mangas, Reina Granados, Oscar Cervilla y Juan Carlos Sierra acaban de publicar un estudio en International Journal of Environmental Research and Public Health, con la validación de la ORS en población gay, presentándose como una medida invariante por orientación sexual, permitiendo de este modo comparar población gay y heterosexual. Además, se presenta como una herramienta útil para discriminar entre personas gais con y sin dificultades orgásmicas. En dicho estudio, se contó con la participación de 1.600 personas adultas españolas, cisgénero y con experiencias orgásmicas recientes en el contexto de las relaciones sexuales (400 hombres gais y 400 heterosexuales, 400 mujeres lesbianas y 400 heterosexuales) de 18 a 63 años. Los resultados indicaron que la estructura de la ORS es invariante, tanto por orientación sexual como por sexo. En términos generales, se observó que las lesbianas experimentan subjetivamente el orgasmo de forma más intensa con sus parejas que los gais. Por su parte, hombres heterosexuales experimentan subjetivamente el orgasmo de forma más intensa en su componente Recompensa que los gais, mientras que las lesbianas lo experimentan más intensamente en la dimensión Intimidad en comparación con las mujeres heterosexuales. Si bien es cierto que algunas variables, como tener/no tener pareja, afectan notablemente a la experiencia orgásmica independientemente del sexo y la orientación sexual, otras no actúan de la misma forma: en cuanto a la edad, la experiencia subjetiva orgásmica decrece de forma más notable en hombres, el nivel de estudios afecta a la experiencia orgásmica mayormente en mujeres, y el número de parejas sexuales y la forma de alcanzar el orgasmo afecta de forma más notoria a minorías sexuales, especialmente en el caso de los hombres. Además, esta intensidad orgásmica subjetiva se asoció con la actitud positiva hacia las fantasías sexuales y el funcionamiento sexual: la excitación y la satisfacción con el orgasmo se relacionaron con la experiencia subjetiva del orgasmo de forma similar en gais y lesbianas, mientras que, en el deseo, la erección/lubricación, la capacidad orgásmica y la actitud positiva hacia las fantasías sexuales se observaron matices diferenciales. Mientras que en las lesbianas todas las variables psicosexuales correlacionan con todas las dimensiones de la experiencia subjetiva orgásmica, en los hombres no se encuentra un patrón tan consistente. Por último, las puntuaciones obtenidas en tres de las cuatro dimensiones de la ORS mostraron capacidad para diferenciar entre hombres y mujeres gais con y sin dificultades orgásmicas (las personas con dificultades muestran menor intensidad orgásmica subjetiva), pudiendo servir esto de guía para el tratamiento de estas.

En definitiva, estos resultados evidencian que la versión española de la Orgasm Rating Scale es una herramienta fiable y válida para examinar la experiencia subjetiva del orgasmo en gais y lesbianas, así como para discriminar entre hombres y mujeres con y sin dificultades orgásmicas, lo que hace que sea un instrumento útil tanto para la investigación como para la práctica clínica.

Mangas, P., Granados, R., Cervilla, O. y Sierra, J. C. (2022). Validation of the Orgasm Rating Scale in Context of Sexual Relationships of Gay and Lesbian Adults. International Journal of Environmental Research and Public Health, 19, Artículo 887. https://doi.org/10.3390/ijerph19020887 

Las actitudes sexuales son creencias sobre la sexualidad que se expresan con una gran carga emocional, lo que predispone a responder de forma más positiva o negativa hacia los estímulos o conductas sexuales. Estas actitudes pueden referirse tanto a la sexualidad en general -por ejemplo, el caso de la erotofilia- como a conductas sexuales específicas -como, por ejemplo, hacia las fantasías sexuales o hacia la masturbación-. En el ámbito de la terapia sexual es habitual evaluar y abordar las actitudes sexuales. Sin embargo, existen pocas investigaciones que hayan estudiado conjuntamente la relación de estos dos tipos de actitudes (generales vs. específicas) con el funcionamiento sexual (deseo, excitación, lubricación o erección, capacidad para alcanzar el orgasmo y satisfacción con el orgasmo) con el fin de determinar su relevancia.

Por ello, los investigadores Juan Carlos Sierra, Jennifer Gómez-Carranza, Ana Álvarez-Muelas y Oscar Cervilla, recientemente han publicado un estudio en International Journal of Environmental Research and Public Health, que analiza el poder explicativo de la actitud sexual general (erotofilia) y de las actitudes específicas hacia las fantasías sexuales y hacia la masturbación sobre las dimensiones del funcionamiento sexual (deseo, excitación, lubricación/erección, capacidad para alcanzar el orgasmo y satisfacción con el orgasmo). Se contó con la participación de 2.000 personas adultas españolas de orientación heterosexual (52,2% mujeres) de 18 a 83 años. Los resultados indicaron que los modelos explicativos del funcionamiento sexual fueron diferentes para hombres y mujeres, presentándose mayor diversidad de variables explicativas en el funcionamiento de los hombres. No obstante, tanto en hombres como en mujeres, la actitud positiva hacia las fantasías sexuales destacó como la variable más relevante y con mayor capacidad explicativa en todas las dimensiones del funcionamiento sexual. Una actitud más positiva hacia las fantasías sexuales se asocia a mejor funcionamiento sexual, es decir, más deseo y excitación sexual, mejor lubricación vaginal o erección, mayor capacidad para alcanzar el orgasmo y más satisfacción con el mismo. Por su parte, la actitud negativa hacia la masturbación se asoció negativamente a la satisfacción con el orgasmo, en ambos sexos, y a la erección en los hombres, de modo que, a mayor actitud negativa, mayor insatisfacción orgásmica y peor erección. En cuanto a la erotofilia, como actitud sexual general, no tuvo capacidad explicativa en las mujeres, mientras que en los hombres desempeñó un papel secundario, facilitando la erección y la capacidad para tener un orgasmo.

En definitiva, estos resultados indican que las actitudes sexuales específicas serían variables más sensibles que la actitud general hacia la sexualidad (es decir, la erotofilia) para examinar la salud sexual, mostrándose especialmente relevante la actitud positiva hacia las fantasías sexuales, constituyendo un elemento fundamental en la comprensión del funcionamiento sexual.

Sierra, J. C., Gómez-Carranza, J., Álvarez-Muelas, A. y Cervilla, O. (2021). Association of Sexual Attitudes with Sexual Function: General vs. Specific Attitudes. International Journal of Environmental Research and Public Health, 18, Artículo 10390. https://doi.org/10.3390/ijerph181910390  

La reciente teoría "Experiencias Relacionales y Corporales" de Cherkasskaya y Rosario (2019) indica que el deseo sexual de la mujer se compone de varias dimensiones. Estas dimensiones conceden importancia a cómo las mujeres se sienten con su propio cuerpo y las sensaciones que experimentan a través de él en el contexto sexual. Así, experimentar sensaciones positivas sobre el propio cuerpo y su capacidad para sentir placer activa el deseo sexual, en tanto que experimentar sensaciones negativas puede reducir el deseo así como interferir con diversos aspectos del funcionamiento sexual.

Las investigadoras Nieves Moyano y María del Mar Sánchez-Fuentes han llevado a cabo un estudio publicado en Sexual and Relationship Therapy en el que analizan cómo distintos elementos relacionados con el cuerpo de la mujer y sus sentimientos se relacionan no solo con el deseo sexual,, sino también con otros aspectos del funcionamiento, para así contemplar un modelo más completo e integrador de estos elementos.

En una muestra de 278 mujeres encontraron que la habilidad de la mujer para obtener placer de su pareja (expresado en afirmaciones como "No dudaría en pedir lo que deseo sexualmente a mi pareja") es crucial para favorecer su deseo diádico, es decir, su deseo por mantener relaciones con su pareja. Por otro lado, las mujeres que informan de una elevada capacidad para satisfacer sus propias necesidades sexuales por sí mismas, son quienes llevan a cabo en mayor medida conductas de masturbación, es decir, su deseo sexual en solitario.

Esta investigación presenta además un principal hallazgo para guiar la intervención en terapia sexual, ya que se distinguen dos patrones específicos de sexualidad femenina, es decir, un contexto diádico (en pareja) y un contexto solitario. En relación al contexto diádico, se encuentra que la habilidad para obtener placer de la pareja, así como una mayor autoestima sexual relacionada con el cuerpo, son elementos importantes para que la mujer disfrute de sus relaciones, se sienta más satisfecha sexualmente, así como favorecer su deseo sexual para mantener relaciones en pareja. Además, estas mujeres "empoderadas" tendrían menos probabilidad de sufrir dolor durante la penetración y mayor facilidad para alcanzar el orgasmo. En este sentido, las intervenciones terapéuticas deberían incentivar una mayor consciencia sobre las sensaciones corporales y la erotización del propio cuerpo de la mujer.

Moyano, N. y Sánchez-Fuentes, M. M. (2021). Sexual body self-representations, desire, and functioning in women. Sexual and Relationship Therapy, 39, 202-220https://doi.org/10.1080/14681994.2021.1978422   

Es conocida la relación que hay entre trastornos psiquiátricos (esquizofrenia, depresión, trastornos bipolares, trastornos de ansiedad, trastornos de personalidad, etc.) y las alteraciones del funcionamiento sexual (pérdida del interés sexual y dificultades en la excitación sexual o en la capacidad orgásmica). Sin embargo, son escasos los estudios llevados a cabo en muestras no clínicas y, especialmente, en jóvenes, a pesar de que pueden sufrir también disfunciones sexuales.

Por ello, investigadores del Laboratorio de Sexualidad Humana LabSex UGR (Reina Granados, Ana I. Arcos-Romero, Cristóbal Calvillo, Ana Álvarez-Muelas, María del Mar Sánchez-Fuentes, Nieves Moyano y Juan Carlos Sierra), en colaboración con el investigador Franklin Soler de la Universidad del Rosario de Colombia, han publicado un artículo en International Journal of Environmental Research and Public Health en el que se presentan los resultados de la asociación existente entre dimensiones psicopatológicas y funcionamiento sexual en adultos jóvenes de 18 a 35 años.

Con este propósito, se realizó una investigación formada por dos estudios. En un primer estudio, se evaluó el funcionamiento sexual y las dimensiones psicopatológicas en 700 mujeres y 516 hombres. Los resultados indicaron que, tanto en hombres como en mujeres, la depresión y los síntomas relacionados con la ansiedad tenían un efecto negativo sobre las dimensiones del funcionamiento sexual (deseo, excitación y orgasmo). En un segundo estudio, participaron 143 hombres y 123 mujeres de la misma muestra con el objetivo de determinar si los síntomas psicopatológicos explicaban la excitación sexual subjetiva evaluada mediante una tarea experimental realizada en un entorno de laboratorio. La tarea consistía en el visionado de clips con contenido sexual explícito para la evaluación de la excitación sexual subjetiva y de las sensaciones genitales. Los resultados de este segundo estudio mostraron que la ansiedad se asociaba positivamente con la excitación sexual subjetiva de hombres y mujeres, y con la intensidad de las sensaciones genitales en los hombres. Las diferencias encontradas en los resultados de ambos estudios acerca del papel de la ansiedad pueden explicarse por el hecho de que la excitación sexual se evaluó en términos generales en el Estudio 1, mientras que en el Estudio 2 se evaluó como estado ante el visionado de los clips de contenido sexual explícito. Este hecho ratifica la necesidad de evaluar en profundidad la ansiedad al relacionarla con dimensiones de la respuesta sexual.

En general, los hallazgos confirman que la presencia de síntomas psicopatológicos afecta al funcionamiento sexual de personas jóvenes, siendo necesario fortalecer los programas de prevención de trastornos mentales que incluyan contenidos de salud sexual.

Soler, F., Granados, R., Arcos-Romero, A. I., Calvillo, C., Álvarez-Muelas, A., Sánchez-Fuentes, M. M., Moyano, N. y Sierra, J. C. (2021). Association between psychopathological dimensions and sexual functioning/sexual arousal in young adults. International Journal of Environmental Research and Public Health, 18, Artículo 3584. https://doi.org/10.3390/ijerph18073584  

La masturbación es una conducta presente desde la infancia hasta la edad adulta, sin embargo, a lo largo de la historia ha sido estigmatizada desde posturas tradicionales y ortodoxas que han tratado de inculcar una visión negativa acerca de su práctica. El impacto de esta conducta sobre la salud sexual ha sido ampliamente estudiado. La masturbación promueve la salud sexual, experiencias de intimidad positivas y el autoconocimiento y autoexploración, entre otras bondades. A pesar de esto, estudios recientes siguen mostrando que podría persistir de manera minoritaria una actitud negativa hacia esta conducta en la sociedad española. A pesar de la importancia de la masturbación en la salud sexual, hasta la fecha no existían instrumentos adaptados y validados que evaluasen la actitud hacia esta conducta en población española. Por ello, Óscar Cervilla, Pablo Vallejo-Medina, Carmen Gómez-Berrocal y Juan Carlos Sierra llevaron a cabo un estudio publicado en International Journal of Clinical and Health Psychology con el objetivo de desarrollar un instrumento en español para evaluar la actitud negativa hacia la masturbación. El Negative Attitudes Towards Masturbation Inventory (NATMI) es un instrumento originalmente formado por 30 ítems distribuidos en tres dimensiones (actitudes positivas hacia la masturbación, falsas creencias acerca de la naturaleza nociva de la masturbación y afectos negativos en experiencias personales con la masturbación) que cuantifican la actitud negativa hacia esta conducta. Después de un proceso riguroso de adaptación lingüística al español, se obtuvo una versión que fue aplicada a 1.867 hombres y 2.249 mujeres, con edades comprendidas entre 18 y 83 años. Los análisis psicométricos realizados condujeron a una versión reducida de diez ítems (e.g., "La masturbación en adultos es una conducta infantil e inmadura" o "Cuando me masturbo, me siento culpable). Las personas con una actitud más negativa hacia la masturbación indicaron que rezaban con más frecuencia y se masturbaban menos. Además, tenían una actitud más negativa hacia la sexualidad en general y hacia las fantasías sexuales en particular. También mostraron mayor inhibición sexual por miedo al rendimiento sexual, probablemente a causa de la falta de autoexploración y autoconocimiento como consecuencia de masturbarse menos. En la misma línea, estas personas con una actitud negativa hacia la masturbación, en comparación con aquellas con una actitud más positiva, informaron tener peor funcionamiento sexual, es decir, menor deseo sexual, mayor dificultad para la erección en el caso de los hombres o problemas de lubricación vaginal en el caso de las mujeres, más dificultades para alcanzar el orgasmo y menor satisfacción asociada a este. Estos resultados presentan a la versión española del Negative Attitudes Towards Masturbation Inventory como un instrumento breve válido y fiable para ser utilizado en España en el ámbito clínico e investigador. Además, sus puntuaciones han permitido observar el impacto de las actitudes negativas hacia la masturbación en variables importantes para la salud sexual. Por último, considerando la relevancia terapéutica que tiene la masturbación para el tratamiento de problemas asociados al deseo o al orgasmo, cabe la pena destacar la utilidad de esta escala para la evaluación de la actitud hacia esta conducta.

Cervilla, O., Vallejo-Medina, P., Gómez-Berrocal, C. y Sierra, J. C. (2021). Development of the Spanish short version of Negative Attitudes Toward Masturbation Inventory. International Journal of Clinical and Health Psychology, 21, Artículo 100222. https://doi.org/10.1016/j.ijchp.2021.100222 


La adolescencia es una etapa de crecimiento y desarrollo de gran relevancia. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud al inicio de la adolescencia, los adolescentes no son completamente capaces de comprender la relación entre un comportamiento y sus consecuencias, o de percibir su capacidad para juzgar a la hora de tomar decisiones relacionadas con su salud y, en concreto, en torno a su salud sexual. Por tanto, los adolescentes suelen realizar conductas sexuales de riesgo, entre las que cabe destacar los embarazos no planificados. Los embarazos pueden considerarse un problema de salud pública mundial debido al alto impacto en la actualidad y futuro de estos jóvenes. Con el objetivo de aportar un mayor conocimiento sobre los factores que están detrás de los embarazados no planificados, Nieves Moyano, Reina Granados, Christian Durán y Carlos Galarza llevaron a cabo un estudio con chicas adolescentes de Ecuado, que acaba de ser publicado en la revista International Journal of Environmental Research and and Public Health. El objetivo del estudio fue analizar la relación entre la autoestima, las actitudes hacia el amor y la asertividad sexual en adolescentes embarazadas y no embarazadas. También se consideró si su embarazo estaba planificado o no. El estudio se realizó con 225 mujeres de Ecuador. Se aplicaron cuestionarios como la Escala de Autoestima de Rosenberg, la Escala de Actitudes hacia el Amor y la Escala de Asertividad Sexual. Se destaca que la autoestima fue mayor en las adolescentes con un embarazo planificado que en las mujeres cuyo embarazo fue no planificado. Las chicas embarazadas informaron tener más creencias relacionadas con algunos mitos sobre el amor, tales como "la media naranja" y aquellos mitos en los que las mujeres idealizan a sus compañeros masculinos en comparación con las adolescentes no embarazadas. Por otro lado, la asertividad sexual relacionada con la negociación del uso de métodos anticonceptivos fue mayor en adolescentes no embarazadas. Considerando estos resultados, resulta importante introducir un mayor fortalecimiento de la autoestima, de la asertividad para negociar el uso del preservativo en las relaciones sexuales y para la reducción de algunas falsas creencias y mitos sobre el amor en la educación sexual que se debe ofrecer para prevenir embarazos no deseados. De la misma manera, es necesario aplicar intervenciones holísticas (es decir, informativas, educativas, psicológicas, de salud, etc.) que ayuden a desmitificar el amor a partir de una perspectiva romántica e irreal, que aún se conserva culturalmente.

Moyano, N., Granados, R., Durán, C. A. y Galarza, C. (2021). Self-esteem, attitudes toward love, and sexual assertiveness among pregnant adolescents. International Journal of Environmental Research and Public Health, 18, Artículo 1270. https://doi.org/10.3390/ijerph18031270 

La violencia ejercida por la pareja causa daño físico y psicológico. Su prevalencia, especialmente alta en mujeres, ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a considerar este tipo de violencia un problema global de salud pública. Sus consecuencias se han relacionado con efectos adversos en la salud sexual. Con el objetivo de aportar un mayor conocimiento sobre la asociación entre la violencia de pareja y la sexualidad, Juan Carlos Sierra, Ana I. Arcos-Romero, Ana Álvarez-Muelas y Óscar Cervilla llevaron a cabo un estudio publicado en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health en el que se analizaron cómo difieren aspectos relevantes de la salud sexual entre personas que habían sufrido abuso en el contexto de pareja heterosexual y aquellas que no habían experimentado violencia de este tipo. En esta investigación participaron 3.394 adultos españoles (1.628 hombres y 1.766 mujeres) de 18 a 81 años. Las variables evaluadas en relación con la salud sexual fueron actitudes sexuales (erotofilia y actitud positiva hacia las fantasías sexuales), asertividad sexual y dimensiones del funcionamiento sexual (deseo, excitación, erección, orgasmo y satisfacción sexual). Se examinaron grupos de hombres y de mujeres en función de si habían experimentado abuso en el contexto de pareja de tipo psicológico o físico.
Los resultados indicaron que hombres y mujeres que habían sufrido abuso (psicológico o físico) mostraban menor asertividad sexual para iniciar actividades sexuales deseadas o rechazar las no deseadas. Además, los hombres con experiencia de abuso físico reportaron menor asertividad para la prevención de infecciones de transmisión sexual. Por su parte, se encontraron actitudes menos positivas hacia las fantasías sexuales en las mujeres que habían sufrido abuso (psicológico o físico) en comparación con aquellas sin experiencia de abuso. Que esto se haya observado solo en las mujeres podría explicarse porque, de forma general, los hombres suelen informar de actitudes más positivas hacia las fantasías sexuales que las mujeres. En cambio, no se encontró asociación de la experiencia de abuso con la erotofilia, por lo que esto parece indicar que actitudes específicas, como las actitudes positivas hacia las fantasías sexuales, en lugar de actitudes más generales (por ejemplo, la erotofilia), podrían ser más sensibles para examinar la salud sexual. Con respecto al funcionamiento sexual, el deseo sexual hacia la pareja era menor en hombres y mujeres que habían sufrido abuso (psicológico o físico). Sin embargo, se encontró mayor deseo sexual hacia una persona atractiva en los grupos de hombres con experiencia de abuso físico y de mujeres con experiencia de abuso psicológico y físico. Esto sugiere que tener experiencias de abuso en la pareja no significaría la perdida de deseo sexual sino el fomento del interés sexual en otras personas fuera de la relación de pareja. En cuanto al deseo sexual en solitario, este estudio mostró un mayor deseo sexual en los hombres que han vivido abuso físico en pareja frente a los que no han experimentado abuso. Estos resultados avalan las diferencias entre hombres y mujeres ante este tipo de deseo, como por ejemplo la mayor frecuencia de masturbación de los hombres y los roles tradicionales de género. Por otro lado, exclusivamente en las mujeres con experiencia de abuso (psicológico o físico) se observó menor excitación sexual y menor capacidad orgásmica. Esto refleja que la experiencia de abuso tiene una mayor repercusión en dimensiones del funcionamiento sexual en las mujeres que en los hombres. De hecho, en los hombres abusados se ven afectados únicamente los componentes subjetivos del funcionamiento sexual (deseo y satisfacción sexual), y no los más objetivos, como la erección o el orgasmo. Por último, hombres y mujeres que habían sufrido abuso (psicológico o físico) reportaron menor satisfacción sexual que aquellas personas que no lo habían sufrido.
En conclusión, la experiencia de abuso tanto psicológico como físico va acompañada en hombres y en mujeres de una clara afectación de variables relacionadas con la salud sexual, como son las actitudes sexuales y las dimensiones del funcionamiento sexual.

Sierra, J. C., Arcos-Romero, A. I., Álvarez-Muelas, A. y Cervilla, O. (2021). The Impact of Intimate Partner Violence on Sexual Attitudes, Sexual Assertiveness, and Sexual Functioning in Men and Women. International Journal of Environmental Research and Public Health, 18, Artículo 594. https://doi.org/10.3390/ijerph18020594 

La satisfacción sexual es la valoración subjetiva que las personas hacen de sus relaciones sexuales, siendo considerada una de las más relevantes manifestaciones de la salud sexual. No solo depende de las propias relaciones sexuales, sino también de factores personales, interpersonales y socioculturales. Un factor personal que se ha relacionado es el doble estándar sexual (DES), que se refiere a la distinta valoración de una conducta sexual en función de si lo realiza un hombre o una mujer. Por ello, esta actitud puede resultar favorable al hombre (mayor libertad sexual y menor recato sexual para el hombre que para la mujer), favorable a la mujer (mayor libertad sexual y menor recato sexual para la mujer que para el hombre) e igualitaria (misma libertad y recato sexual para hombres que para mujeres). El estudio de la relación entre satisfacción sexual y DES no ha tenido en cuenta estas tres tipologías. De acuerdo a la necesidad de una mayor investigación, el estudio de Ana Álvarez-Muelas, Carmen Gómez-Berrocal y Juan Carlos Sierra (2021), publicado en Frontiers in Psychology, analizó la satisfacción sexual en 1.194 adultos heterosexuales de la población española que mantenían una relación de pareja y presentaban diferentes formas de adhesión al DES (favorable al hombre, favorable a la mujer e igualitaria). Para ello, se comparó la satisfacción sexual entre las diferentes tipologías y se analizó la capacidad predictiva sobre la satisfacción sexual de variables personales (edad, orientación a la dominancia social y propensión a la excitación/inhibición sexual), interpersonales (satisfacción con la relación de pareja) y sociales (normas de género sobre los comportamientos sexuales) en hombres y en mujeres, considerando el tipo de adhesión al DES y el ámbito de la conducta sexual (libertad o recato sexual). En primer lugar, los resultados de este estudio indicaron mayores niveles de satisfacción sexual en aquellas personas con una tipología igualitaria de adhesión al DES. En segundo lugar, se evidenció la influencia de las variables personales e interpersonales sobre la satisfacción sexual, con variabilidad en su capacidad predictiva en función del tipo de adhesión al DES. De forma general, se observan más variables predictoras en las mujeres que en los hombres. Entre las variables personales, la más común en la mayoría de las tipologías de adhesión al DES fue la edad, que se asocia negativamente a la satisfacción sexual. Además, la propensión a la inhibición sexual por miedo al rendimiento sexual se asoció positivamente en ambos géneros; y la orientación a la dominancia social se asoció negativamente solo en las mujeres. Estas dos últimas variables tuvieron capacidad predictiva en el ámbito del recato sexual, por lo que en esta área hay un mayor número de variables predictoras de la satisfacción sexual. Por su parte, la satisfacción con la relación de pareja, como variable interpersonal, fue la principal variable predictora en sentido positivo de la satisfacción sexual en todas las tipologías de adhesión al DES. Las variables sociales no mostraron capacidad predictiva sobre la satisfacción sexual. Este estudio concluye resaltando la importancia de considerar la actitud al DES, es decir la forma en la que la persona interioriza los roles de género en el ámbito de la sexualidad, como una variable a tener en cuenta en programas que fomenten la sexualidad saludable y placentera, así como, en la terapia enfocada a la satisfacción sexual en el contexto de la pareja.

Álvarez-Muelas, A., Gómez-Berrocal, C. y Sierra, J. C. (2021). Study of sexual satisfaction in different typologies of adherence to the sexual double standard. Frontiers in Psychology, 11, Artículo 609571. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2020.609571  

El deseo sexual y el orgasmo son componentes del ciclo de la respuesta sexual humana, siendo este último el resultado final de ese ciclo, producto de la estimulación sexual. Se asume que el deseo sexual constituye un elemento potenciador de la experiencia orgásmica. Precisamente, en determinar el papel que el deseo sexual tiene en la experiencia subjetiva del orgasmo se centró el estudio de Ana I. Arcos-Romero, Dharelys Guerra-Expósito y Juan Carlos Sierra, publicado en International Journal of Impotence Research. En primer lugar, estos autores examinaron la influencia que el sexo y la edad, y la interacción de ambos factores, tienen sobre la experiencia subjetiva del orgasmo y, en segundo lugar, analizaron la relación de esta con el deseo sexual, con el fin de conocer la capacidad predictiva que las distintas modalidades de deseo sexual (diádico hacia la pareja, hacia una persona atractiva y solitario) tienen sobre la experiencia subjetiva del orgasmo en el contexto de las relaciones sexuales. Para alcanzar dichos objetivos, evaluaron a 1.161 adultos españoles heterosexuales con pareja, distribuidos en tres grupos de edad (18-34, 35-49 y 50 años o más) mediante la Orgasm Rating Scale (para medir la intensidad  de la experiencia subjetiva del orgasmo en las relaciones sexuales) y el Sexual Desire Inventory (para medir la intensidad de las tres modalidades de deseo sexual). Los resultados obtenidos indicaron que mujeres y hombres no presentan diferencias significativas en cuanto a la intensidad de su experiencia orgásmica subjetiva y que esta disminuye a medida que aumenta la edad. Es decir, aun existiendo matices diferenciales entre hombres y mujeres, ambos viven de manera similar las experiencias orgásmicas con sus parejas y las sienten menos intensas con el paso de los años. En cuanto a la asociación entre deseo sexual y experiencia orgásmica, únicamente el deseo sexual diádico hacia la pareja predijo la experiencia subjetiva del orgasmo en el contexto de las relaciones sexuales, de manera que este tipo de deseo sexual explicó un 21% de la experiencia subjetiva del orgasmo con la pareja. Resultó llamativo que ni el deseo sexual diádico hacia una persona atractiva ni el deseo sexual solitario tengan relevancia alguna en la explicación de la experiencia subjetiva del orgasmo en las relaciones sexuales. Estos resultados tienen implicaciones en el ámbito de la salud sexual, concretamente se deberían tener en cuenta dentro del contexto de la terapia sexual.

Arcos-Romero, I., Guerra-Expósito, D. y Sierra, J. C. (2020). Sexual desire and its relationship with subjective orgasm experienceInternational Journal of Impotence Research, 34, 93-99. https://doi.org/10.1038/s41443-020-00375-7  

El concepto de doble estándar sexual se utiliza para referirnos a la valoración, positiva o negativa, que hacen las personas de los hombres y de las mujeres cuando realizan una determinada conducta sexual. La investigación en Psicología ha demostrado que las mujeres y los hombres son evaluados de forma diferente cuando realizan una misma conducta sexual. Por ejemplo, utilizamos el término doble estándar sexual tradicional para referirnos al hecho de que las personas valoran más positivamente a los hombres que a las mujeres por realizar conductas sexuales como tomar la iniciativa en las relaciones de pareja, tener relaciones sexuales en encuentros casuales o tener frecuentes actividades sexuales. Cuando muchas personas coinciden en su forma de valorar a los hombres y mujeres por su comportamiento sexual, entonces esa valoración se convierte en una norma social. En los últimos años se ha demostrado que existen diferentes normas para valorar a hombres y mujeres cuando realizan una conducta sexual. Tradicionalmente, la mayoría de la gente apoyaba un doble estándar sexual que favorecía a los hombres. Es decir, las personas coincidían en valorar más positivamente a los hombres que a las mujeres cuando expresan libremente su sexualidad o no son recatados sexualmente. Se ha demostrado que, por ejemplo, cuando una persona apoya un doble estándar sexual que favorece a los hombres pueden incrementarse las conductas relacionadas con la agresión, la coerción sexual de los hombres hacia las mujeres, y la victimización sexual de las mujeres. En las últimas décadas, en las sociedades modernas, las mujeres están reivindicando cada vez más su derecho a expresar y vivir su sexualidad libremente. Por ello, va aumentando el número de personas que apoyan un doble estándar sexual que favorece a las mujeres; en este caso, sectores de la población coinciden en valorar más positivamente a las mujeres que a los hombres cuando expresan libremente y sin recato su sexualidad. En las sociedades democráticas y desarrolladas, lo deseable es que haya un criterio único para valorar a hombres y mujeres cuando expresan su sexualidad, es decir un estándar sexual igualitario. Conocer el porcentaje de la población que apoya un estándar sexual u otro, es decir favorable al hombre, a la mujer o igualitario, es importante no solo para promover políticas educativas que favorezcan la igualdad de género en el ámbito de la sexualidad,  sino también para desarrollar programas de intervención que ayuden a la persona a ser más igualitaria en sus relaciones heterosexuales. Dada la ausencia de investigaciones de este tipo, el estudio de Ana Álvarez-Muelas, Carmen Gómez-Berrocal y Juan Carlos Sierra, publicado en The European Journal of Psychology Applied to Legal Context, examinó en 2.002 personas españolas heterosexuales cómo se distribuye, en porcentaje de personas, el apoyo a las diversas formas de doble estándar sexual (favorable al hombre, favorable a la mujer e igualitario). Los principales resultados reflejaron que en el conjunto total de la muestra prevalece la norma sexual igualitaria. Sin embargo, se hallaron diferencias entre hombres y mujeres y en función de la edad de las personas. Mientras que la mayoría de los hombres apoya un doble estándar que favorece a los hombres, entre las mujeres se observa mayor prevalencia de la norma sexual igualitaria y la favorable a las mujeres. Las diferencias entre los grupos de edad muestran que la mayoría de los hombres que tienen entre 26 y 55 años apoyan el doble estándar sexual favorable al hombre, mientras que la mayoría de los hombres jóvenes que tienen 18-25 años y los mayores de 55 años apoyan la norma igualitaria. En el caso de las mujeres, en todos los grupos de edad la norma que más prevalece es la igualitaria.

Álvarez-Muelas, A., Gómez-Berrocal, C. y Sierra, J. C. (2020). Typologies of Sexual Double Standard Adherence in Spanish Population. European Journal of Psychology Applied to Legal Context, 13, 1-7.  https://doi.org/10.5093/ejpalc2021a1 

Recientemente se ha considerado el concepto de "subjetividad sexual femenina" como un indicador del empoderamiento sexual femenino. De manera sintetizada, la subjetividad sexual es el placer y disfrute que la mujer obtiene de su propio cuerpo. Este concepto hace referencia a diversos aspectos relacionados con la autoestima sexual y la capacidad de recibir placer sexual (de uno mismo y/o de una pareja sexual). La subjetividad sexual es importante porque está relacionada con otros aspectos del funcionamiento y el bienestar sexual, ya que experimentar sentimientos positivos hacia el propio cuerpo favorece en la mujer un mayor deseo sexual, facilita la excitación, así como un mayor disfrute y satisfacción de las relaciones sexuales. Por ello, Nieves Moyano, Reina Granados, Melissa Vélez-Schemankewitz y Nicole Dib-Fayad han llevado a cabo un estudio, publicado en Revista Latinoamericana de Psicología, en 278 mujeres adultas ecuatorianas para contar con una versión validada del instrumento que permite medir la subjetividad sexual femenina: Inventario de Subjetividad Sexual Femenina (ISSF). El ISSF consta de 20 ítems distribuidos en cinco factores que evalúan autoestima sexual, placer propio, placer con la pareja, autoeficacia y autorreflexión sexual. A continuación se ofrece un ejemplo de ítem para cada una de estas dimensiones:

  • Autoestima sexual: "Estoy segura de que cualquier compañero sentimental me encontraría sexualmente atractiva".
  • Placer propio: "A mi parecer, está bien satisfacer mis necesidades sexuales masturbándome".
  • Placer con la pareja: "Me lastimaría que mi pareja ignorase mis deseos y necesidades sexuales".
  • Autoeficacia sexual: "No dudaría en pedir lo que deseo sexualmente a mi pareja sentimental".
  • Autorreflexión sexual: "Suelo pensar y reflexionar sobre mis experiencias sexuales".

Entre los resultados obtenidos se observó que las mujeres de mayor edad indicaron mayor capacidad para pedir a su pareja lo que desean sexualmente, en tanto que las mujeres que se encontraban en una relación indicaron mayor placer obtenido de la pareja. En general, las mujeres con mayor subjetividad sexual se sienten más satisfechas con su cuerpo. Finalmente, en cuanto a la validación de la escala, esta cuenta con adecuadas propiedades psicométricas para su uso en población hispano-hablante. 

Moyano, N., Granados, R., Vélez-Schemankewitz, M. y Dib-Fayad, N. (2020). Are you sexually empowered? Validation of the Female Sexual Subjectivity Inventory for Spanish-speaking women. Revista Latinoamericana de Psicología, 52, 81-94. https://doi.org/10.14349/rlp.2020.v52.9  

Desde 2019, la Organización Mundial de la Salud ha clasificado el burnout como un síndrome reconocido que forma parte de la Clasificación Internacionalidad de Enfermedades (CIE). Éste se caracteriza por ser un fenómeno de carácter laboral definido por "cansancio emocional, despersonalización y baja realización personal". Hasta la fecha, el burnout se ha estudiado en diversos ámbitos profesionales, si bien, pocos estudios han analizado el papel de este síndrome entre trabajadoras sexuales, siendo de relevancia su estudio, dadas las consecuencias negativas que éstas sufren en muchas ocasiones debido al estigma, la criminalización y otras formas de abuso. Por otro lado, el aspecto legal y jurídico del contexto y país en el que se desarrolla el trabajo sexual juega un papel de importancia, dada en ocasiones la ausencia de protección y seguridad en el que esta actividad se realiza. En el caso particular de Colombia, aún existe un vacío legal al respecto, por lo que no existe una regulación para el adecuado desarrollo del mismo. Por tanto, esta actividad no es ilegal ni está prohibida, ya que está aprobada por el Código Penal de la República de Colombia (2004) pero carece de mecanismos que velen por la seguridad del mismo o el control de la voluntariedad para su realización. Por ello, las investigadoras María del Mar Sánchez-Fuentes, Sandra Milena Parra-Barrera y Nieves Moyano han realizado un estudio, recientemente publicado en Sexuality Research and Social Policy, en el que analizan el síndrome de burnout en 98 trabajadoras sexuales. Entre sus resultados se destacan considerables niveles de burnout, pese a que el 44% de ellas se sienten realizadas personalmente con su trabajo. Entre las condiciones laborales que se relacionan con su mayor nivel de estrés se destacan tener un bajo nivel educativo y menores ingresos. Se plantea la importancia de un marco legal que favorezca la seguridad, condiciones laborales de protección y control de si su trabajo se realiza de forma voluntaria o bajo presión.

Sánchez-Fuentes, M. M., Parra-Barrera, S. y Moyano, N. (2021). Cisgender and Transgender Sex Workers from Colombia: The Relation Between Burnout Syndrome and Working Conditions in a Prohibitionist-Regulatory Law. Sexuality Research and Social Policy, 18, 507-515. https://doi.org/10.1007/s13178-020-00475-5 

Las fantasías sexuales constituyen pensamientos o imágenes mentales con contenido sexual, y son experimentadas por la mayoría de las personas, independientemente de su sexo o de su orientación sexual. Tanto la capacidad para fantasear sexualmente como la frecuencia de las fantasías sexuales dependen de la actitud hacia las mismas. Juan Carlos Sierra, Ana I. Arcos-Romero y Cristóbal Calvillo han publicado en Psicothema un estudio sobre una de las pocas herramientas que existen para evaluar la actitud hacia las fantasías sexuales: el Hurlbert Index of Sexual Fantasy (HISF), escala que evalúa la actitud positiva hacia las fantasías sexuales. Se trata de un instrumento de evaluación breve, con excelentes propiedades psicométricas en población española, que incluye preguntas acerca de la frecuencia con la que se consideran saludables las fantasías sexuales o sobre el grado de disfrute al escuchar las fantasías sexuales de la pareja, entre otras. En una muestra compuesta por 3.458 adultos españoles (1.641 hombres y 1.817 mujeres), distribuidos en tres grupos de edad (18-34, 35-49 y 50 años o mayores), los autores del trabajo han concluido que es una medida invariante por sexo, edad y nivel educativo, es decir, que sus puntuaciones se pueden comparar entre hombres y mujeres, personas de distintas edades y con distintos niveles educativos. Además, se demostró que la actitud positiva hacia las fantasías sexuales se asocia con una actitud positiva hacia la sexualidad en general, con mayor asertividad sexual, es decir, mayor habilidad para iniciar o rechazar la actividad sexual, y con un mejor funcionamiento sexual. En este sentido, el HISF mostró capacidad para diferenciar entre individuos con y sin dificultades en el funcionamiento sexual. En definitiva, aparte de presentar una herramienta muy útil para la práctica clínica y para la investigación, este estudio ha puesto de manifiesto que mostrar una actitud positiva hacia las fantasías sexuales es un claro indicador de buena salud sexual.

Sierra, J. C., Arcos-Romero, A. I. y Calvillo, C. (2020). Validity evidence and norms of the Spanish version of the Hurlbert Index of Sexual Fantasy. Psicothema, 32, 429-436. https://doi.org/10.7334/psicothema2020.14 

El acoso escolar es un fenómeno prevalente en todo el mundo. Además, la escuela es un entorno relevante para la socialización de niños y adolescentes. Sin embargo, en ocasiones, esta puede ser un lugar hostil para los alumnos que probablemente sufren la pasividad escolar. En un estudio publicado en la revista Aggression and Violent Behavior, Nieves Moyano y María del Mar Sánchez-Fuentes realizan una revisión sistemática sobre el acoso homofóbico en las escuelas. De los 90 documentos seleccionados, la mayoría emplea muestras de adolescentes. Los resultados señalan como factores predictores ser LGBTQ en comparación con ser heterosexual o cisgénero, pertenecer al sexo masculino, factores relacionados con la escuela o asociados (e.g., grupo de pares y apoyo social, educación inclusiva, políticas y planes de estudio de apoyo), factores individuales (e.g., autocompasión) y variables relacionadas con el perpetrador (e.g., actitudes homofóbicas, prejuicios sexuales, legitimación del acoso homofóbico y desvinculación moral). Entre las consecuencias destacan los resultados académicos negativos, el absentismo escolar directo o indirecto (especialmente para las mujeres), los efectos negativos sobre la pertenencia a la escuela (especialmente para los hombres) y las emociones negativas. Finalmente, se plantean estrategias o barreras para gestionar el acoso escolar. Desde la perspectiva del profesor, la toma de conciencia y autoeficacia; desde la perspectiva del alumno es más probable que intervengan cuando ven que otros intervienen. Entre los obstáculos para abordar el acoso homofóbico se señala la incomodidad percibida por los estudiantes al hablar sobre su sexualidad con los maestros, la incomodidad de los maestros al discutir temas (incluida la falta de capacitación asociada), la falta de prioridad dada a estos tipos de acoso y las opiniones de los padres acerca de la homosexualidad. Los hallazgos de esta revisión sistemática proporcionan información sobre estrategias útiles, así como de las barreras y facilitadores percibidos. Esta revisión puede guiar mejor la prevención en el campo de la educación sexual.

Moyano, N. y Sánchez-Fuentes, M. M. (2020). Homophobic bullying at schools: A systematic review of research, prevalence, school-related predictors and consequences. Aggression and Violent Behavior, 53, Artículo 101441. https://doi.org/10.1016/j.avb.2020.101441  

Uno de los modelos teóricos más importantes de la satisfacción sexual en el ámbito de las relaciones de pareja es el Modelo de Intercambio Interpersonal de Satisfacción Sexual, que la explica a partir de cuatro componentes: (1) balance entre beneficios y costes sexuales, (2) nivel de comparación entre beneficios/costes sexuales reales y beneficios/costes sexuales esperados, (3) nivel de igualdad percibida de beneficios y costes sexuales entre los miembros de la pareja, y (4) satisfacción con la relación de pareja. Para evaluar estos componentes y valorar de este modo la satisfacción sexual de personas con una relación de pareja se elaboró el Cuestionario del Modelo de Intercambio Interpersonal de Satisfacción Sexual (IEMSSQ, por sus siglas en inglés). Este instrumento de evaluación había sido validado hace años en España en población heterosexual, pero carecía de una adecuada validación en población LGBT hispana. La versión del IEMSSQ para personas con pareja del mismo sexo ha sido publicada en International Journal of Clinical and Health Psychology por Cristóbal Calvillo, María del Mar Sánchez-Fuentes, Tesifón Parrón-Carreño y Juan Carlos Sierra. La validación se llevó a cabo en una amplia muestra formada por 1.820 adultos hispanohablantes de 18 a 74 años de edad (55,49% hombres y 44,51% mujeres), de los cuales el 50% eran gais y el 50% eran heterosexuales. Todos ellos mantenían una relación de pareja de al menos tres meses de duración. Este estudio confirma que el IEMSSQ es un instrumento fiable y válido para evaluar la satisfacción sexual en gais y lesbianas, mostrándose además invariante por orientación sexual, es decir, que permite comparar sin error de medida la satisfacción sexual de personas gais y heterosexuales. Los resultados obtenidos pusieron de manifiesto que la satisfacción con la relación de pareja es el componente más importante de la satisfacción sexual en personas con pareja del mismo sexo, igual que ocurre en parejas heterosexuales. Al examinar la satisfacción sexual y la satisfacción con la relación de pareja en hombres y mujeres con pareja del mismo y de distinto sexo, mediante el IEMSSQ, los resultados evidenciaron que son las lesbianas las que obtienen los niveles más altos, tanto de satisfacción sexual como de satisfacción con la relación de pareja. En definitiva, a partir de este estudio, los investigadores y profesionales de la salud sexual disponen de un instrumento breve que permite evaluar de manera fiable y válida la satisfacción sexual en población hispana LGBT.

Calvillo, C., Sánchez-Fuentes, M. M., Parrón-Carreño, T. y Sierra, J. C. (2020). Validation of the Interpersonal Exchange Model of Sexual Satisfaction Questionnaire in adults with a same-sex partner. International Journal of Clinical and Health Psychology, 20, 140-150. https://doi.org/10.1016/j.ijchp.2019.07.005

El Doble Estándar Sexual (DES) es una actitud que implica distinta valoración de un mismo comportamiento sexual en función de si lo realiza un hombre o una mujer. Tradicionalmente, el DES defiende mayor libertad sexual para los hombres que para las mujeres, de manera que ciertos comportamientos sexuales bien valorados en ellos pueden ser mal considerados en ellas (e.g., tener varias relaciones simultaneas o poseer mucha experiencia sexual). Si consideramos la salud sexual como la capacidad que hombres y mujeres tienen para expresar libremente su sexualidad, cabe pensar que la desigualdad de género que implica el DES pueda tener efectos negativos sobre la misma, en concreto sobre el funcionamiento sexual (deseo, excitación, orgasmo y satisfacción sexual) y las conductas sexuales de riesgo. Son pocos los estudios que han abordado estas cuestiones y, en ocasiones, han llegado a resultados contradictorios. Por ello, Ana Álvarez-Muelas, Carmen Gómez-Berrocal y Juan Carlos Sierra llevaron a cabo una revisión sistemática de 22 estudios que abordaron esta relación, que fue publicada en la Revista Iberoamericana de Psicología y Salud. Las conclusiones más relevantes a las que se llega con en esta revisión de la literatura es que el DES afecta negativamente al funcionamiento sexual y favorece conductas sexuales de riesgo, siendo sus efectos más perjudiciales para las mujeres. En cuanto al funcionamiento sexual, el DES se relacionó de forma negativa con el deseo sexual, la experiencia orgásmica y la satisfacción sexual, destacando el hecho de que tanto hombres como mujeres con actitudes favorables al DES ven afectada su satisfacción sexual. En cuanto a las conductas sexuales de riesgo, el DES predijo un menor uso de métodos de protección durante las relaciones sexuales, una mayor probabilidad de contraer infecciones de transmisión sexual y más dificultad para tomar decisiones durante las relaciones. Se concluye resaltando la importancia de estudiar el DES para una mejor comprensión de la salud sexual de las personas.

Álvarez-Muelas, A., Gómez-Berrocal, C. y Sierra, J. C. (2020). Relación del doble estándar sexual con el funcionamiento sexual y las conductas sexuales de riesgo: revisión sistemática. Revista Iberoamericana de Psicología y Salud, 11, 103-116. https://doi.org/10.23923/j.rips.2020.02.038  


Mantener relaciones sexuales de riesgo puede conllevar diversas consecuencias negativas, entre las que destacan, las infecciones de transmisión sexual o los embarazos no deseados, entre otros. Ello supone sin duda diversos efectos negativos, tanto a nivel psicológico como físico. La intención para mantener relaciones sexuales puede verse influida por diversos factores. Entre ellos destacan los componentes del Modelo de Control Dual, definido por dos sistemas: excitación e inhibición sexual. Por otro lado, la asertividad sexual, entendida como la capacidad para iniciar contactos sexuales cuando lo deseamos, para decir que no, cuando no deseamos tener relaciones, así como negociar con nuestra pareja sobre el uso de métodos anticonceptivos, ha demostrado ser una variable de gran relevancia en la predicción de las conductas sexuales, especialmente para las conductas sexuales de riesgo. El estudio publicado por Reina Granados, Nieves Moyano y Juan Carlos Sierra en la revista Plos One planteó como objetivo analizar la relación entre los componentes del Modelo de Control Dual, es decir, la tendencia a experimentar excitación/inhibición sexual, así como la excitación tanto objetiva como subjetiva que el sujeto experimenta y su nivel de asertividad sexual con la intención para mantener relaciones sexuales esporádicas o casuales en las que existía un riesgo presentado de forma implícita (o sutil) o de forma explícita. Para ello, se realizó un estudio experimental en el Laboratorio de Sexualidad Humana LabSex UGR de la Universidad de Granada, en el que se contó con la colaboración de 99 adultos jóvenes con orientación heterosexual (55 hombres y 45 mujeres). Su participación consistía en ver, en primer lugar un video de contenido sexual explícito, que actuaba como facilitador de su excitación sexual y, posteriormente, leían dos historias de contenido erótico en el que se presentaba la posibilidad de un encuentro sexual en el que había un riesgo relacionado con la falta de métodos anticonceptivos. Los resultados obtenidos mostraron que, en los hombres su tendencia a inhibirse sexualmente fue el factor más importante para prevenirles de mantener relaciones sexuales de riesgo. En las mujeres, su intención de mantener relaciones sexuales de riesgo fue determinada por su tendencia a excitarse y por su asertividad para negociar el uso de métodos anticonceptivos. Se destaca, por tanto, la importancia de estos factores para predecir la intención de mantener relaciones sexuales de riesgo y las diferencias de género encontradas.

Granados, R., Moyano, N. y Sierra, J. C. (2020). Behavioral intention to have risky sex in young men and women: The role of sexual excitation and assertivenessPlos One, 15, Artículo e0232889. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0232889  

La satisfacción sexual es la valoración subjetiva que las personas hacen de sus relaciones sexuales. Estudios recientes han señalado que no solamente depende de factores personales (e.g., el deseo o la excitación sexual), sino también de factores interpersonales (e.g., la satisfacción con la relación de pareja) e incluso socioculturales (e.g., la religiosidad). Muchos de estos estudios se realizaron en población heterosexual, prestándose menos atención a personas gais. Por ello, el estudio publicado por Cristóbal Calvillo, María del Mar Sánchez-Fuentes y Juan Carlos Sierra en International Journal of Environmental Research and Public Health se planteó como objetivo desarrollar un modelo explicativo de la satisfacción sexual en personas gais con pareja, a partir de variables personales e interpersonales. Los participantes fueron 410 hombres y 410 mujeres que mantenían una relación de pareja con otra persona del mismo sexo. Como variable personal se consideró la homofobia internalizada, y como variables interpersonales se analizaron las dimensiones de apego (ansiedad y evitación), el funcionamiento sexual, el ajuste diádico, la satisfacción con la relación de pareja, el balance entre beneficios y costes sexuales en la relación, el nivel comparativo entre beneficios/costes sexuales reales y beneficios/costes sexuales esperados, el número de costes sexuales y el número de beneficios sexuales en el contexto de la pareja. Se obtuvieron dos modelos independientes para explicar la satisfacción sexual en gais y lesbianas, con matices diferenciales en el efecto indirecto de algunas variables. No obstante, en general, en ambos casos, los resultados indicaron que la satisfacción sexual se asocia en sentido negativo con la homofobia internalizada, el número de costes sexuales, la ansiedad y la evitación; y en sentido positivo con el funcionamiento sexual, el ajuste diádico, la satisfacción con la relación de pareja, el balance positivo entre beneficios y costes sexuales en la relación, el balance positivo entre beneficios/costes sexuales reales y beneficios/costes sexuales esperados, y el número de beneficios sexuales. Tanto en gais como en lesbianas, las variables relacionales son las que tuvieron mayor relevancia en la explicación de su satisfacción sexual. Estos modelos explicativos constituyen herramientas útiles para mejorar la satisfacción sexual y las relaciones de pareja en personas gais.

Calvillo, C., Sánche-Fuentes, M. M. y Sierra, J. C. (2020). An explanatory model of sexual satisfaction in adults with a same-sex partner: An analysis based on gender differences. International Journal of Environmental Research and Public Health, 17, Artículo 3393. https://doi.org/10.3390/ijerph17103393 

Existe una Teoría que explica los mecanismos que llevan a una persona a excitarse sexualmente y a inhibir esa excitación: es el Modelo de Control Dual de la respuesta sexual. Según este modelo, si fuésemos un vehículo, la excitación sería el pedal de aceleración y la inhibición, los frenos. Este sistema propuesto por Bancroft y Janssen se ha estudiado principalmente en hombres. Ante esto, Reina Granados, Joana Carvalho y Juan Carlos Sierra aplicaron los principios de este modelo a la experiencia de la excitación sexual de las mujeres, particularmente cuando se enfrentan a una situación en la que se ve amenazado su rendimiento sexual. En esta investigación, publicada en la revista Psychological Reports, se estudió a 22 mujeres que acudieron al Laboratorio de Sexualidad Humana LabSex UGR, en donde fueron expuestas a un vídeo con contenido sexual explícito, mientras se registraba su respuesta genital (amplitud de pulso vaginal). Durante la película, se proporcionó una falsa información sobre su nivel de excitación sexual, dirigida a aumentar la ansiedad de las mujeres sobre su propio desempeño sexual. Además de medir la respuesta genital mediante un fotopletismógrafo, también se evaluó la excitación sexual subjetiva experimentada con el visionado del vídeo y la propensión a excitarse y a inhibirse sexualmente (rasgos de excitación/inhibición sexual). Los resultados señalaron que las mujeres más propensas a excitarse sexualmente pueden evitar que sus respuestas sexuales subjetivas disminuyan en una situación sexualmente exigente, mientras que la inhibición sexual debida a la preocupación por su funcionamiento sexual puede hacer que esta excitación subjetiva se reduzca. Este trabajo proporciona nuevos datos sobre el Modelo de Control Dual de la respuesta sexual, y específicamente sobre su papel en el funcionamiento sexual de las mujeres. 

Granados, R., Carvalho, J. y Sierra, J. C. (2020). Preliminary evidence on how the Dual Control Model predicts female sexual response to a bogus negative feedback. Psychological Reports, 124, 502-520. https://doi.org/10.1177/0033294120907310 

El Doble Estándar Sexual (DES) consiste en juzgar de distinta manera determinados comportamientos sexuales en función de si los realiza un hombre o una mujer. Tradicionalmente, esta valoración diferencial otorgaba mayor libertad sexual a los hombres que a las las mujeres, asignándoles a ellos un rol más activo en las relaciones sexuales y más exentas de compromiso. En los últimos años, esta actitud machista ha asumido formas más modernas y sutiles, como puede ser la defensa del recato sexual para las mujeres y no tanto para los hombres. Es decir, hoy el DES se puede manifestar en dos ámbitos diferentes: en el de la libertad sexual y en el del recato sexual. Teniendo en cuenta que el DES puede estar claramente influenciado por la cultura, María del Mar Sánchez-Fuentes, Nieves Moyano, Carmen Gómez-Berrocal y Juan Carlos Sierra, en un estudio publicado en International Journal of Environmental Research and Public Health, compararon el DES en dos países que comparten la lengua, pero que son diferentes en cuanto al nivel de individualismo-colectivismo: España (cultura individualista) y Colombia (cultura colectivista). Para ello, mediante la Sexual Double Standard Scale, evaluaron las dos dimensiones del DES (libertad sexual y recato sexual) en 1.832 adultos heterosexuales (46,3% hombres y 53,7% mujeres) de los cuales 54,3% eran españoles y 45,7% colombianos. Los resultados encontrados reflejaron que hombres y mujeres de ambos países apoyaron una mayor libertad para sí mismos en comparación con el otro género. Además, las mujeres españolas, a diferencia de sus contrapartes colombianas, apoyaron un mayor recato sexual para los hombres. Estos resultados parecen reflejar que, lo que algunos autores etiquetaron como "doble estándar sexual inverso", pudiera estar emergiendo, es decir, frente a un DES favorable al hombre nos encontramos un DES favorable a la mujer. Futuros estudios deberían incidir en esta cuestión y avalar la necesidad de actitudes igualitarias hacia la valoración de las conductas sexuales de hombres y mujeres, en lugar de posturas polarizadas.

Sánchez-Fuentes, M. M., Moyano, N., Gómez-Berrocal, C. y Sierra, J. C. (2020). Invariance of the Sexual Double Standard Scale: A cross-cultural study. International Journal of Environmental Research and Public Health, 17, Artículo 1569. https://doi.org/10.3390/ijerph17051569 

La experiencia subjetiva del orgasmo alude a la percepción de la intensidad del orgasmo a nivel psicológico. En un estudio publicado en Journal of Sex & Marital Therapy, Ana Isabel Arcos-Romero y Juan Carlos Sierra analizan qué factores personales, interpersonales (relacionados con la pareja sexual), sociales y culturales se asocian con la experiencia subjetiva del orgasmo en el contexto de las relaciones heterosexuales. Participaron 1.300 adultos españoles respondiendo a varios cuestionarios sobre funcionamiento sexual. Aunque los resultados mostraron algunas diferencias entre hombres y mujeres, los factores más relevantes en la valoración de la intensidad del orgasmo en ambos sexos fueron la edad, la búsqueda de sensaciones sexuales, la satisfacción sexual en las relaciones de pareja y el deseo sexual hacia la pareja. A medida que aumenta la edad, disminuye la intensidad de la experiencia subjetiva del orgasmo. Además, una predisposición a participar en nuevas experiencias sexuales, estar satisfecho con las relaciones sexuales con la pareja y tener elevados niveles de deseo sexual hacia la pareja  son variables que facilitan experiencias orgásmicas subjetivas más intensas.

Arcos-Romero, A. I. y Sierra, J. C. (2020). Factors associated with subjective orgasm experience in heterosexual relationships. Journal of Sex & Marital Therapy, 46, 314-329. https://doi.org/10.1080/0092623X.2019.1711273  

La experiencia subjetiva del orgasmo hace referencia a la valoración de las sensaciones ocasionadas por el orgasmo desde un punto de vista psicológico. Juan Carlos Sierra, Ana Ortiz, Cristóbal Calvillo y Ana Isabel Arcos-Romero han publicado un artículo en la Revista Internacional de Andrología en el que examinan la experiencia subjetiva del orgasmo en el contexto de la masturbación en solitario, en función del sexo y de la edad, y la comparan con la experiencia percibida en el contexto de las relaciones sexuales. Para ello, evaluaron la intensidad orgásmica experimentada por 874 adultos heterosexuales en las relaciones sexuales y en la masturbación en solitario. Los resultados obtenidos señalan que el sexo y la edad influyen en la experiencia orgásmica subjetiva en el contexto de la masturbación, siendo las mujeres y los jóvenes quienes informan mayor intensidad. Por otro lado, se encontraron diferencias en la experiencia subjetiva del orgasmo entre el contexto de la masturbación en solitario y el de las relaciones sexuales en pareja, siendo valorada como más intensa en este último.

Sierra, J. C., Ortiz, A., Calvillo, C. y Arcos-Romero, A. I. (2020). Experiencia subjetiva del orgasmo en el contexto de la masturbación en solitario. Revista Internacional de Andrología, 19, 93-101. https://doi.org/10.1016/j.androl.2019.10.001 

La erotofilia, en oposición a la erotofobia, hace referencia a la reacción emocional positiva que las personas tienen ante estímulos sexuales de distinta índole. Se trata, por tanto, de una actitud genérica hacia la sexualidad. En un estudio publicado en International Journal of Psychological Research, Ana Isabel Arcos-Romero, Cristóbal Calvillo, Reina Granados, Ana Álvarez-Muelas y Juan Carlos Sierra presentan una escala breve que permite evaluar de manera fiable y válida la erotofilia en población española: SOS-6. En una amplia muestra, formada por 1.500 adultos heterosexuales de entre 18 y 80 años de edad, concluyen que esta medida está exenta de sesgos al comparar hombres con mujeres, jóvenes con personas mayores, personas que mantienen una relación de pareja con las que no la tienen, o a grupos de personas con diferentes niveles de estudios. Esta cuestión es muy importante, pues en la literatura científica nos encontramos, por ejemplo, que de manera habitual, se comparan las actitudes sexuales de hombres y mujeres, sin haber demostrado previamente que el instrumento empleado para ello es invariante. Por primera vez, se dispone en España de un instrumento de evaluación que permite dichas comparaciones sin sesgos de respuesta. Por otro lado, en un segundo estudio llevado a cabo en  las instalaciones de LabSex UGR, los autores de este trabajo encontraron que, en los hombres, la erotofilia se relacionaba con la excitación sexual subjetiva experimentada ante estímulos sexuales visuales, mientras que en las mujeres lo hacía tanto con la estimación de la excitación sexual como con la valoración de las sensaciones genitales percibidas durante la exposición visual a estímulos sexuales. Estos resultados ponen de manifiesto la importancia que la erotofilia tiene en la experiencia de un buen funcionamiento sexual.

Arcos-Romero, A. I., Calvillo, C., Granados, R., Álvarez-Muelas, A. y Sierra, J. C. (2020). The Spanish version of the Sexual Opinion Survey (SOS-6): Evidence of validity of a short version. International Journal of Psychological Research, 13, 40-49. https://doi.org/10.21500/20112084.4506  

Dar respuesta a esta pregunta fue el objetivo del estudio publicado por Juan Carlos Sierra, Gara Díaz, Ana Álverez-Muelas, Cristóbal Calvillo, Reina Granados y Ana I. Arcos-Romero en la Revista de Psicopatología y Psicología Clínica. Mientras que el deseo sexual hace referencia al interés por las relaciones y actividades sexuales, la excitación sexual constituye un estado emocional-motivacional que provoca cambios fisiológicos, cognitivo-afectivos y comportamentales. En concreto, este estudio examinó la capacidad explicativa del deseo sexual diádico hacia la pareja, del diádico hacia una persona atractiva y del deseo sexual solitario sobre la excitación sexual objetiva y subjetiva. Para ello, a 60 jóvenes heterosexuales con pareja se les evaluaron los tres tipos de deseo sexual y se les cuantificó la excitación sexual que dijeron experimentar ante la exposición a vídeos con contenido neutro y sexual explícito, al tiempo que se les registraba la respuesta genital (diámetro de erección en los hombres y amplitud del pulso vaginal en las mujeres). En los hombres, el deseo sexual diádico hacia la pareja explicó un 31% de la respuesta genital, mientras que el deseo sexual diádico hacia una persona atractiva (no su pareja) llegó a explicar un 23% de la excitación sexual subjetiva experimentada ante vídeos sexuales. En cambio, en las mujeres, únicamente el deseo sexual diádico hacia la pareja explicó un 17% de la excitación sexual objetiva (amplitud del pulso vaginal). Los autores del estudio concluyen que es importante diferenciar los tres tipos de deseo sexual a la hora de relacionarlo con la excitación sexual y que esta relación difiere entre hombres y mujeres.

Sierra, J. C., Díaz, G., Álvarez-Muelas, A., Calvillo, C., Granados, R. y Arcos-Romero, A. I. (2019). Relación del deseo sexual con la excitación sexual objetiva y subjetiva. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 24, 173-180. https://doi.org/10.10.5944/rppc.23932